Por Arturo González González
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- “Antes que decretar cualquier obra importante, el Gobierno Federal debe escuchar primero a la gente”, dijo el senador, Luis Alberto Rico Samaniego, respecto al proyecto de construcción de las presas sobre el río Aguanaval.
Al concluir la reunión que sobre el tema sostuvo ayer en la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Laguna con gente de este organismo empresarial y con integrantes de la Mesa de Trabajo para la Protección de la Región de Jimulco, el legislador panista comentó que “una buena parte del fracaso de muchos programas y de muchas obras es tomar decisiones sin consultar a los que se pretende beneficiar”.
Específicamente sobre el proyecto de la Comisión Nacional del Agua (CNA), Rico Samaniego dijo conocer poco, no obstante opinó que, en función de las inquietudes expuestas, es necesario “dejar a la naturaleza que haga lo que sabe hacer... el río tiene sus cauces y sus causas, creo que al respetarlo, sale ganando todo mundo”.
Respecto a su intervención como integrante del Senado de la República, explicó que lo que se busca es que se respete lo estipulado en la Ley de Equilibrio Ecológico. “Una obra de éstas debe ser consultada con la gente y si ésta dice que no, pues hay que escucharla”.
Luis Alberto Rico agregó que al llegar a la Ciudad de México comentaría las inquietudes expuestas la mañana de ayer en la Coparmex a la Comisión de Asuntos Hidráulicos de la Cámara de Senadores.
Firme la postura
Por su parte, los representantes de la Coparmex Laguna y de la mesa de trabajo se mostraron satisfechos de la reunión con el legislador y reiteraron su negativa a la construcción de las presas en el Cañón del Tigre y De la Cabeza.
El presidente del organismo empresarial, Arturo Gallegos Salcido, dijo que si se está hablando de un proyecto para evitar las inundaciones en la parte baja, “pues, se estaría protegiendo a muy poca gente con una obra muy costosa que la misma comunidad va a pagar”.
Aseguró que resultaría más barato mover a las personas que están en peligro de sufrir por las avenidas esporádicas del Aguanaval.
Además, comentó que tratándose de una región semidesértica como ésta “en donde los acuíferos se están agotando, se va a limitar la recarga del acuífero y esto va a repercutir en que más temprano que tarde el nivel de sales del agua va a ser tal que resultará imposible consumirla”.
Arturo Orona Pereyra, presidente de la Sociedad de Producción Rural Ximulcux y copartícipe de los trabajos de protección de la Sierra de Jimulco, consideró muy positiva la intención del senador, Rico Samaniego, de sumarse al apoyo de la demanda de la población inconforme con la imposición del proyecto de las presas.
Acerca de la elaboración de la consulta con la ciudadanía para conocer el punto de vista de ésta acerca del proyecto de la CNA, Orona Pereyra informó: “nos estamos poniendo de acuerdo en eso... vamos a esperar a que en los siguientes días se realice el análisis de las cinco mil hojas del documento y la síntesis que se le dará a conocer a la gente, por lo que todavía no hay una fecha definitiva”.
Reunión en CNA
Arturo Orona Pereyra, integrante de la Mesa de Trabajo para la Protección de la Región de Jimulco, informó que el martes por la tarde se reunieron representantes de dicha agrupación, del Congreso Agrario Permanente (CAP) y del Módulo de Riego número 19 con el gerente regional de las Cuencas Centrales del Norte de la CNA.
Dentro de los puntos tratados destacó el de la intención de dicha dependencia de construir las presas sobre el río Aguanaval, en los cañones de La Cabeza y Del Tigre.
“Por primera vez Miguel Ángel Jurado Márquez dio la cara frente a los integrantes del Módulo de Riego 19, después de tres años de estar tocando la puerta”, dijo.
Se le expuso al funcionario la inconformidad con la pretendida obra y algunas dudas respecto a los argumentos que se han utilizado para sustentar el proyecto y sobre los estudios técnicos y de impacto ambiental.
“Ellos dijeron que ya estaba terminado lo que respecta a la parte técnica, pero que aún les faltaba el de impacto ambiental, lo relacionado a la tenencia de la tierra y el consenso en las partes media y baja del río”, comentó.