El incendio en el Relleno Sanitario de Ciudad Lerdo, Durango, deteriora el medio ambiente y plantea una amenaza a la salud de los habitantes de las colonias aledañas. El suceso pone de manifiesto que en rigor estricto, no se trata de un relleno que cumpla los requisitos de ley, pues se entiende que los desperdicios no deberían estar a cielo abierto como ocurre en el caso.
La misma denominación Relleno Sanitario sugiere la previa construcción de un desnivel a determinada profundidad, que se va cubriendo en forma sistemática con capas alternas de tierra y desperdicios, a fin de que la basura quede oculta. Una instalación de esta naturaleza, en su diseño incluye salidas para líquidos y gases para reducir la contaminación y evitar la combustión.
En el caso de Lerdo, la cuestión se ha politizado en el actual marco electoral como añadido, lo que genera ataques recíprocos entre el presidente municipal Luis Fernando González Achem y otros integrantes del Ayuntamiento. El Alcalde manifiesta que dará parte al Ministerio Público por el delito de daños, al tiempo que señala como responsable del incendio a un regidor de oposición, del que sospecha “porque fue quien primero denunció el incendio” a la opinión pública.
Por lo que hace a la querella penal el Alcalde está en su derecho y hasta en la obligación de presentarla. En cuanto a la sospecha que expresa se advierte infundada en su argumento de base, que amenaza sentar un precedente negativo según el cual quienes actúen como portavoces de las denuncias sociales, se conviertan por ese solo hecho en responsables de los problemas que aquejan a la comunidad.