Reuters
LA PAZ, BOLIVIA.- El gabinete ministerial de Bolivia, de 18 miembros, renunció ayer en pleno en otra secuela de una ola de disturbios desatados por medidas económicas que dejaron 32 muertos.
La renuncia colectiva fue presentada al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada por el canciller Carlos Saavedra, quien preside el cuerpo ministerial, para dejarlo en libertad de recomponer su elenco ejecutivo.
“Los 18 ministros han decidido renunciar”, declaró Saavedra a la prensa al ingresar al palacio gubernamental para entregar la carta.
La crisis de gabinete es la primera que enfrenta Sánchez de Lozada, tras seis meses de iniciar un segundo mandato presidencial.
El jefe de Estado, un empresario liberal de 72 años, gobernó Bolivia entre 1993 y 1997.
Un proyecto de presupuesto para el 2003, que Sánchez de Lozada envió al Congreso, desató protestas sociales que desembocaron el miércoles en un motín policial, enfrentamientos armados con militares y dos días de violencia callejera en La Paz y otras ciudades del país.
El saldo oficial de los disturbios fue establecido en 32 muertos, 189 heridos y daños económicos por unos 15 millones de dólares.
Tras los sucesos, Sánchez de Lozada retiró su proyecto de presupuesto, que incluyó un denominado “impuestazo” directo de 12,5 por ciento a los salarios y otras medidas orientadas a financiar la reducción del déficit fiscal, de 8,6 del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2002.
El drástico corte del desequilibrio —a un anunciado 5.5 por ciento del PIB este año— formó parte de negociaciones todavía pendientes de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permitirá a Bolivia acceder a financiamiento externo por 4,000 millones de dólares para los próximos cinco años.
“Nuestro presupuesto no va a ser un presupuesto del Fondo Monetario”, dijo el mandatario al anunciar el domingo que su gobierno daría las espaldas al organismo financiero en la elaboración de un nuevo proyecto que describió como “participativo”.
Sin embargo, el jefe de Estado, en el propósito de cumplir con la reducción del déficit fiscal, anunció simultáneamente duros recortes en los gastos del gobierno, que incluirán la desaparición de varios ministerios y viceministerios. Sánchez de Lozada pidió a la OEA que participe en la minuciosa investigación que su gobierno ordenó en torno a la acción de los francotiradores.
, cuyos disparos provocaron la muerte de muchas de las víctimas durante los disturbios.
El renunciante jefe del gabinete económico y ministro de Desarrollo Sostenible y Planificación, José Justiniano, retornó el lunes por la noche de un viaje relámpago a Washington y anunció que el FMI resolvió cooperar con soluciones inmediatas a la crítica situación en Bolivia.
“Hemos conseguido ya verbalmente algún apoyo en términos de donación que nos permitirá encarar de mejor manera algunas áreas del presupuesto”, dijo Justiniano.
“En segundo lugar, hemos conseguido que algunos desembolsos que requieren algunos requisitos más estrictos puedan ser disminuidos para que podamos tener recursos y no haya problema de flujo de caja para el país”, agregó.