16 julio 2003
NUEVA YORK, (Reuters).- Sanford "Sandy" Weill dijo el miércoles que dejará su cargo de presidente ejecutivo en Citigroup Inc. el 1 de enero del 2004 y que lo reemplazará Charles Prince, con lo que puso fin a años de especulaciones sobre quién lo remplazaría en la mayor compañía de servicios financieros del mundo.
Citigroup dijo que Weill, quien cumplió 70 años en marzo, seugirá siendo el presidente del directorio hasta la reunión anual de la compañía en el 2006. La empresa también nombró a Robert Willumstad como presidente de operaciones, quien comenzará en el cargo el 1 de enero del 2004.
Prince, de 53 años, dirige el banco de inversión y de operaciones corporativas de Citigroup desde septiembre del 2002, y es el principal abogado de la empresa. Willumstad, de 57 años, está a cargo de las operaciones mundiales de consumidores desde diciembre del 2000, y ha sido uno de los directores de la compañía desde enero del 2002.
"Sandy tiene un formidable historial y lo echaremos muchísimo de menos como presidente ejecutivo", dijo Steve Wharton, quien ayuda administrar fondos por 60.000 millones de dólares para Loomis Sayles & Co. y es dueño de acciones de Citigroup.
"Chuck Prince ha trabajado muy bien (en el banco de inversión y corporativo, pero no es tan conocido en Wall Street, y tomará un tiempo para que el mercado se sienta cómodo con él", agregó.
Weill, quien asumió las riendas de Citigroup en 1998 a través de la fusión de Citicorp con Travelers Group Inc, dijo en un comunicado que los planes para su sucesión comenzaron hace más de tres años.
"Ahora es el momento" para un cambio, dijo Weill. "Siento que aún tengo mucho para contribuir, pero lo haré de una manera diferente".
Citigroup dijo también que Robert Rubin, ex Secretario del Tesoro de Estados Unidos, permanecerá como director del comité ejecutivo de la compañía.
Citigroup acordó pagar en abril 400 millones de dólares, más que ningún otro banco, como parte de un acuerdo global por 1.400 millones de dólares entre las autoridades y diez bancos en medio del escándalo sobre las prácticas de los analistas de acciones de la industria.
El monto es menos de una décima parte de las ganancias por 4.300 millones de dólares que la compañía dijo el lunes que registró durante el segundo trimestre.