“Saber que no se sabe constituye tal vez el más difícil y delicado saber”. José Ortega y Gasset
¿Tiene problemas México en la industria manufacturera y en el empleo? No hay que preocuparse. El Presidente de la República ya encontró la solución: cambiar a los titulares de Energía, Medio Ambiente, Banobras y la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente.
¿Hay que privilegiar la política? Ahí está la medicina: dos secretarios de Estado destituidos sin que nadie explique las razones.
¿Vivimos tiempos en que los funcionarios públicos deben ser los mejores profesionales en sus campos? ¿Se hizo por ello un esfuerzo para recurrir a empresas de reclutamiento ejecutivo a fin de conseguir a los mejores? Pues hoy la solución es reemplazar a los técnicos con políticos sin ninguna experiencia en sus campos de nueva responsabilidad.
¿Es necesario generar un servicio civil de carrera que le dé continuidad al trabajo en las dependencias oficiales? Por eso hay que mover al director general de Banobras, que llevaba unos cuantos meses en su cargo y sustituirlo con el vocero de la Secretaría de Hacienda, quien hace apenas unos días fue designado para ocupar esa responsabilidad.
Me queda claro que un presidente de la República tiene el derecho de cambiar a sus colaboradores cuando quiera. Sólo esta libertad puede hacer que el mandatario asuma también la responsabilidad total sobre el trabajo de su Gobierno. Pero los cambios en el gabinete legal y ampliado que se anunciaron ayer son, en el mejor de los casos, políticamente confusos. Además son económicamente ineficaces para resolver los problemas de depresión manufacturera y falta de empleo que, según el propio Presidente, agobian al país. Si los cambios son resultado de esa falta de sensibilidad política de sus colaboradores a la que el Presidente hizo referencia en el informe del 1 de septiembre, habría sido pertinente cuando menos ofrecer una explicación a los contribuyentes que pagamos los sueldos de todos los funcionarios.
Víctor Lichtinger, hasta ayer secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, es claramente un profesional en su tema. El esfuerzo que hizo en su campo de responsabilidad fue sensato. Lichtinger nunca consideró que el papel de la Semarnat fuera simplemente el de impedir inversiones. Mantuvo la filosofía de que el propósito de la institución era lograr inversiones -tan necesarias en un país urgido de empleo- que fueran ecológicamente sustentables en el largo plazo.
Alberto Cárdenas, el ex gobernador del estado de Jalisco y hasta ayer titular de la Comisión Nacional Forestal, bien puede ser un buen político y un aliado cercano del presidente Fox; pero no es -que yo sepa- un experto en temas ambientales. ¿Puede aprender con el tiempo? Sin duda. Pero cuando el presidente Fox anunció antes de iniciar su Gobierno que buscaría a los mejores hombres y mujeres del país para el gabinete, no era esto lo que pretendía. Nunca dijo que había que regresar a los tiempos en que los cargos públicos se repartían como canonjías políticas a personas que llegaban al puesto a aprender.
Puede argumentarse que Ernesto Martens -ex director general de Grupo Vitro y ex presidente de Cintra, la empresa de aerotransporte- no tenía gran experiencia en materia de energía cuando llegó como titular a la secretaría que se hace cargo de esta materia. Pero por lo menos era un hombre que llevaba consigo la experiencia acumulada de toda una vida en cargos ejecutivos de importancia. Y además ha tenido ya dos años y medio para aprender.
Ahora, sin embargo, lo reemplaza Felipe Calderón: un político que fue leal al presidente Fox en la difícil posición de coordinador de los diputados panistas durante buena parte de la 58ª legislatura. ¿Un hombre inteligente? Sin duda. Pero eso no le da la experiencia necesaria para encabezar la Secretaría de Energía.
Lo mismo podemos decir de Luis Pazos, nuevo director general de Banobras, o de José Luis Luege, ex presidente del PAN en el Distrito Federal ahora convertido en nuevo procurador federal de protección al ambiente. Si a estas designaciones añadimos la de Rodolfo Elizondo en la Secretaría de Turismo, tendremos que concluir que el presidente Fox ha desistido ya de su idea original de rodearse de los profesionales más calificados y ha recurrido en lugar de eso al viejo expediente priista de repartir huesos entre sus amigos y aliados políticos.
Club panista
Quizá la única explicación de los cambios sea la afiliación política de los nuevos funcionarios. Cárdenas, Calderón Hinojosa, Pazos y Luege comparten una sola característica: todos son panistas. No está mal para estos tiempos en que se requiere el acuerdo de todos los partidos para las reformas estructurales.
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