Ante el rechazo del proyecto de construir un estacionamiento subterráneo en la Plaza IV Centenario por parte del INAH, los colegios de arquitectos de Durango y del Valle del Guadiana consideraron lamentable que, por lo pronto, siga en incremento el problema del tráfico vehicular, la falta de cajones de estacionamiento y la contaminación en el Centro Histórico.
“La Presidencia Municipal nunca mostró interés para considerar la opinión que nosotros hicimos, en el sentido de que el referido lugar fuera construido hacia arriba, no hacia abajo”, indicó Alfonso Peña Contreras, presidente del Colegio de Arquitectos del Valle del Guadiana.
Y mientras son peras o son manzanas –agregó-, la realidad es que con la expectativa del nuevo estacionamiento el Municipio eliminó cerca de 100 cajones tan sólo en las zonas aledañas a la IV Centenario.
César Guillermo Rodríguez Salazar, líder del Colegio de Arquitectos de Durango, expuso que el Ayuntamiento duranguense presentó un proyecto incompleto, mas no deficiente, lo cual originó que la Coordinación General de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia lo rechazara.
Sin embargo, dejó claro que nunca se le pidió opinión a los profesionales de la materia que hay en Durango para nutrir la propuesta técnica de la autoridad capitalina. “No estamos hablando de proyectar la edificación de una casita, sino de una obra de gran importancia y delicadeza técnica, y en la entidad hay suficientes profesionistas capaces de hacer aportaciones”.
Alternativas
Ambos consideraron negativo que no haya sido un éxito la presentación del propósito que el gobierno municipal tenía para resolver la problemática de la falta de estacionamientos vehiculares.
Peña remarcó: “Es negativa la cancelación porque no se soluciona esta problemática. Ante ello pedimos que se restauren algunos cajones que fueron eliminados del primer cuadro de la ciudad sin razón alguna; también exigimos que se reglamente a las empresas que se dedican a brindar ese servicio en Durango”.
Agregó que, por un lado, los estacionamientos públicos cobran lo que quieren y no hay uniformidad en el servicio; por el otro, se expone el dueño del vehículo a que sea saqueado éste, lo dañen o de plano roben totalmente sin tener garantía de recuperación o algún seguro.
César Guillermo Rodríguez concluyó que no debe perder de vista el Municipio la magnitud del conflicto y las consecuencias que genera la falta de cajones de aparcamiento. Por ello pidió que la autoridad edilicia no quite el dedo del renglón, sino que busque otras alternativas de solución.
Dos niveles de hasta 290 cajones
Según se desprende del documento denominado Proyecto Plaza IV Centenario, presentado desde el 29 de mayo del 2002, la construcción del estacionamiento subterráneo constaría de dos niveles de hasta 290 cajones, que tendría una inversión total, junto con la remodelación de la referida plaza, de aproximadamente 32 millones de pesos –luego se dijo que costaría 60 millones de pesos-.
La propuesta, en la que participaría también el Gobierno del Estado y en la cual se contemplaba la figura de la concesión, fue rechazada por el INAH debido a que la proyección técnica presentada por el Municipio no satisfacía los requerimientos mínimos de la Coordinación General de Monumentos Históricos.
Incluso, la Presidencia Municipal de Durango la había anunciado como una de las principales obras de este año, pero por lo pronto no será así.
Los problemas de la falta de cajones de estacionamiento y la nula regulación de las empresas que se dedican a brindar ese servicio seguirán vigentes en el Centro Histórico de la capital, según auguran los profesionales de la arquitectura.
100 cajones de estacionamiento fueron eliminados sin razón alguna de calles aledañas a la Plaza IV Centenario.
300 espacios, aproximadamente, se crearían con el proyecto del establecimiento subterráneo en ese lugar.