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LEÓN, Gto.- El alcalde panista Ricardo Alaniz Posada dijo que durante las fiestas de enero operará un casino en las instalaciones de la feria estatal de León.
Sin embargo, ayer sacerdotes de esta diócesis repudiaron la apertura de “las casas de juego, que favorecen el narcotráfico, el lavado de dinero, la prostitución y la corrupción”.
En la misa matutina dominical, el rector de catedral, Arnulfo Hernández, dio lectura al documento que emitió la Conferencia del Episcopado Mexicano sobre la instalación de casinos en el país, y que signan seis obispos, entre ellos el leonés, José Guadalupe Martín Rábago.
El presidente municipal indicó que “la operación del casino será con toda la seguridad para que no haya ni venta de drogas, ni corrupción, inclusive ahí se podrá tener a la gente más controlada, porque ahí todo mundo la podrá observar y no podrán entrar menores”.
La feria de León será la segunda del país en contar con un casino, la otra es la de Aguascalientes. El casino estará a cargo del patronato y comité organizador del evento, quienes con el aval del alcalde continúan las gestiones para concretar el permiso de operación ante el subsecretario de gobernación, Ramón Martín Huerta.
En la homilía de ayer, Arnulfo Hernández destacó que “Un casino... reviste una especial gravedad para nosotros a causa del manejo inapropiado que suele darse a ese tipo de instituciones tan codiciadas por estar ligadas al dinero fácil, en las que la presencia del narcotráfico, del comercio sexual y el lavado de dinero parece inevitable y en donde la convivencia entre algunos políticos y empresarios -fuente primaria de corrupción-, encontró un campo propicio y feroz”.
Agregó que los juegos resultan moralmente inaceptables cuando privan a la persona de lo que es necesario para atender a sus necesidades y a las de los demás. “La pasión por el juego corre en peligro de convertirse en una grave servidumbre; propicia la pseudocultura del despilfarro y del dinero fácil, contrarias al espíritu cristiano...”.
“Lo que necesitamos en México es la retribución justa del trabajador y un empleo digno de la persona humana, no juegos de azar”, refirió el presbítero al dar lectura al documento fechado el 9 de marzo del 1999, y que este domingo fue divulgado por los sacerdotes en las misas.