Reuters
Traverse City, EU.- Los atribulados fabricantes estadounidenses de autos no están contando con que la esperada recuperación de la economía nacional les ayude a fortalecer sus ganancias y a recuperar la participación de mercado que perdieron ante sus rivales extranjeros.
Representantes de los tres grandes fabricantes de autos estadounidenses que participaron recientemente en una conferencia de la industria advirtieron que sus empresas están sacando muy poca ganancia de sus autos pese a que estos se están vendiendo como pan caliente, gracias a sus generosos programas de incentivos.
“Aunque los vehículos vuelan apenas llegan de la fábrica, aún se sigue luchando para sobrevivir”, dijo la gobernadora de Michigan, Jennifer Granholm, en la conferencia de Seminarios Informativos de Gerencia, mientras lamentaba la reciente pérdida de puestos en la industria de autos de ese estado.
Granholm dijo que ella esperaba acordar un encuentro de gobernadores de estados fabricantes para identificar medidas que puedan tomar los estados y el gobierno federal con el fin de ayudar a la industria automotriz.
Los fabricantes de autos enfrentan inminentes negociaciones contractuales con el Sindicato de Trabajadores de Autos, en momentos de crecientes déficits en los fondos de pensiones de los empleados de las compañías, de incrementos de sus costos de salud y de caídas de participación en el mercado.
Detroit mantuvo viva su economía después de los ataques del 11 de septiembre, recordó un portavoz a la audiencia, dando ofertas de financiamiento a cero intereses que llevaron las ventas de autos y camiones a niveles récords y mantuvieron activas las plantas fabricantes de vehículos.
Los altos incentivos mantuvieron las ventas moderadamente fuertes en medio de la recesión. Pero nadie espera que los incentivos, que pueden socavar las ganancias, vayan a bajar pronto desde el promedio actual de cerca de 4,000 dólares por vehículo.
El gobierno federal salió al rescate de Chrysler Corp. en 1980, pero la mayoría en la industria dijo que ahora los fabricantes de autos y los proveedores deberán cambiar sus propias prácticas para competir con los rivales japoneses y europeos.
“La única manera en que nosotros esperamos poder sobrevivir en esta industria hipercompetitiva es restaurando la vitalidad y rentabilidad de nuestro negocio de vehículos y camiones” dijo Nick Scheele, presidente de Ford Motor Co., al alentar a los suplidores a ser más innovadores y eficientes.