Reuters
MOSCÚ, RUSIA.- Once de los 13 mineros atrapados desde el jueves pasado en la región rusa de Rostov fueron rescatados con vida ayer, pero casi de forma simultánea una explosión en otra mina rusa causó al menos cinco muertos y decenas de heridos.
El Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia informó que, tras seis días de trabajo continuo a casi mil metros bajo tierra en la mina de carbón Zapadnaya, los rescatistas lograron entrar al sitio donde quedaron bloqueados los trabajadores al inundarse los túneles.
Uno de los 13 mineros murió, otro se encuentra hospitalizado en estado crítico y uno más aún está desaparecido, mientras los diez restantes recibieron atención médica urgente tras permanecer sin alimentos más de 120 horas.
Funcionarios médicos explicaron que el estado de salud de los trabajadores es delicado y que, debido a su extrema debilidad, ninguno de ellos puede caminar por su propio pie, mientras rescatistas continúan la búsqueda del último trabajador.
La mina Zapadnaya, ubicada cerca de la frontera con Ucrania, mil kilómetros al sur de Moscú, se inundó al romperse un muro cuando más de 70 personas laboraban en el interior, pero 25 de ellos lograron salir por su propio pie y 33 más fueron rescatados el sábado.
A pesar de no tener contacto con los 13 mineros restantes y a que el nivel del agua seguía subiendo, los rescatistas continuaron la búsqueda y, con potentes explosiones y equipo especial, abrieron un túnel entre la roca para llegar hasta la cavidad donde permanecían.
Los socorrista accedieron a primera hora de la madrugada a la galería norte de la mina anegada a través de un túnel de evacuación excavado en una auténtica carrera contrarreloj desde la vecina mina “Komsomólskaya Pravda”.
“Fuimos hacia el pozo de ventilación”, rezaba una inscripción que había sobre una de las paredes de la galería y que finalmente permitió a los equipos de rescate dar con el paradero de los supervivientes.
Hacia las 11:00 hora local (08:00 GMT), los once mineros y su compañero muerto fueron elevados a la superficie en el ascensor del pozo principal de la mina “Komsomólskaya Pravda”.
La demora en la evacuación fue motivada porque tuvieron que hacer un recorrido subterráneo de más de cuatro kilómetros: 2.5 kilómetros por la galería de “Zapadnaya”, 60 metros por el túnel de evacuación -de 1.4 por 2.5 metros- y otros dos kilómetros por las galerías de la propia “Kosomólskaya Pravda”.
Diez mineros salieron por su propio pie del ascensor seguidos de dos camillas: en la primera iba un minero herido y en la segunda el cadáver de Serguéi Voitinok.
Pero la noticia del exitoso rescate de estos 11 mineros fue opacada el mismo día por otro accidente en una mina rusa, que según los primeros informes dejó cinco trabajadores muertos y más de 50 desaparecidos a una profundidad de más de 750 metros.
El vocero del Ministerio de Situaciones de Emergencia, Victor Beltsov, informó que un ducto de gas metano estalló en la mina Tsentralnaya, oriental región rusa de Primione, cerca de Vladivostok, cuando al menos 71 personas laboraban en las instalaciones.
En declaraciones precisó que cinco mineros murieron tras el estallido y sólo 15 lograron subir a la superficie, por lo que los rescatistas buscan a los más de 50 restantes.
El director de la mina, Vladimir Dozorov, informó que la explosión se produjo minutos después de las 11:00 horas locales (01:00 GMT) a 757 metros de profundidad.
Tsentralnaya es considerada como una de las minas más peligrosas de Rusia debido a su profundidad de más de mil metros y a la abundancia de las fuentes subterráneas de agua.
Accidentes de este tipo son frecuentes en las minas de carbón rusas y de las ex repúblicas soviéticas, casi siempre debido a la falta de mantenimiento en sus viejas instalaciones, construidas hace más de 100 años.