Yolanda Ríos R.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Ante la indolencia de ecologistas, al igual que las dependencias relacionadas con el medio ambiente y la apatía de las autoridades municipales, el lecho seco del río Nazas sigue convertido en un gran basurero, desperdiciándose como área natural y aprovechable para la práctica de los llamados deportes de aventura.
Y esto no es nuevo, así como tampoco las promesas que hicieron las autoridades municipales en enero de este año y que se comprometieron a rehabilitar ese espacio representativo de lo que le dio vida a la región, el río Nazas.
Se dijo entonces que con el apoyo de empresarios de la industria de la construcción, se obtendría maquinaria pesada para retirar la basura y lo más dañino que existe en este lugar, el escombro.
Día a día, el lecho seco del río se llena de basura, la que tiran los habitantes de colonias de los alrededores, pero más preocupante aún, de miles y miles de kilos de escombro que siguen tirando los “carritos’’ que lo recogen de las construcciones.
El tiradero de basura desde pañales, llantas, acumuladores, aceite, residuos de donde hacen reparaciones mecánicas, hules, plásticos y lo que no es bio-degradable, igualmente como los kilos y kilos de excremento de animales y perros muertos es indignante, no sólo por los fétidos olores que se perciben, sino el pésimo aspecto.
Fuera de advertencias públicas, nadie ha hecho algo hasta ahora por el lecho seco del río Nazas, confiados tal vez que en las postales del lugar, con sus puentes planteado y negro, no aparecen los perros muertos, sólo las simbólicas estructuras de fierro que unen a Torreón y a Gómez Palacio.
Mientras que Gómez Palacio realizó a finales del año pasado acciones de limpieza íntegra en el área que compete a su territorio, en Torreón definitivamente no se hizo algo y las autoridades municipales de entonces sólo se pusieron para la foto en su anuncio de acciones coordinadas entre los dos municipios.
Son cinco meses desde que comenzó el actual gobierno municipal y el mismo lapso en que se prometió limpiarlo, independientemente de que sea o no zona federal, se dijo que el compromiso era por razones ecológicas y estéticas.
El Nazas con su aspecto de gran muladar, espera la acción de las escobas, de las palas manuales o mecanizadas para ser limpiado y aprovechado en algo útil, como por ejemplo espacio deportivo gratuito, de los que tanto se necesita en esta ciudad.