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washington, eu.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió ayer la decisión de su gobierno de mantener clasificadas partes del reporte del Congreso sobre los ataques del 11 de septiembre de 2001, por motivos de seguridad nacional.
Bush descartó cualquier noción de que su decisión pueda tener un impacto directo en las relaciones con el gobierno de Arabia Saudita, que había presionado por la desclasificación del material desde que el reporte fue dado a conocer la semana pasada.
“Existe una investigación sobre los ataques y no queremos comprometerla. Si hay gente que está siendo investigada, no tiene sentido que los hagamos saber quiénes son”, dijo el mandatario al ser cuestionado por reporteros en los jardines de la Casa Blanca.
Los comentarios de Bush antecedieron una reunión esta tarde con el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Saud Faisal, cuyo gobierno, de acuerdo con reportes de prensa, esta furioso sobre la decisión de mantener partes clasificadas del informe.
De las 900 páginas del reporte, 27 relacionadas a la presunta vinculación del gobierno saudí con algunos de los 19 aeropiratas fueron bloqueadas.
Esta medida se tomó luego que la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) decidieron no dar a conocer el contenido, pese a las objeciones del Congreso.
La presión del gobierno de Riyadh desclasificara esta información obedeció a las acusaciones hechas por congresistas.
respecto a que Washington buscaba así proteger el involucramiento de Arabia Saudita en los ataques.