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Naciones Unidas, EU.- Siria sometió ayer sorpresivamente un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para pedir una zona libre de armas de destrucción masiva en Medio Oriente.
La solicitud constituye, según diplomáticos, una “jugada diplomática”, para contrarrestar la serie de comentarios y acusaciones de Estados Unidos contra el gobierno de Damasco.
El proyecto de resolución fue circulado a los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad en una sesión de consultas a puerta cerrada ayer, y comenzará a ser analizada en los próximos días.
“Queremos que el Consejo de Seguridad promueva la creación de una zona libre de armas de destrucción masiva en Medio Oriente, incluido Israel”, dijo el embajador Sirio ante la ONU, Mohammed Wehbe, al término de las consultas.
A pregunta expresa de la prensa, Wehbe indicó que Siria “no tiene” armas de destrucción masiva y que estará lista a adherirse a la Convención que prohibe el desarrollo y posesión de armas químicas, una vez que otros países de la zona lo hagan.
El embajador indicó que Israel posee armas de destrucción masiva y que una vez que esté dispuesto a renunciar a ellas, su gobierno firmará los tratados internacionales pertinentes.
Desde el domingo pasado, una vez que la victoria en la invasión militar a Iraq pareció consolidarse, funcionarios de Estados Unidos enfocaron sus baterías hacia el gobierno de Damasco.
En distintos tonos, Washington acusa a Siria de tener armas químicas, de haber buscado en el mercado internacional precursores para fabricarlas, y de dar refugio a miembros del gobierno del depuesto presidente iraquí Saddam Hussein.
El embajador de Estados Unidos en Naciones Unidas, John D. Negroponte, indicó que su gobierno está también preocupado por “el apoyo de Siria a grupos terroristas, como Hezbollah”.