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ROMA, ITALIA.- Gracias a la moderna y sofisticada tecnología informática los frescos que decoraban la Capilla Ovetari de Padova, destruida en la Segunda Guerra Mundial durante un bombardeo aéreo, obra del gran pintor renacentista Andrea Mantegna, han vuelto a recobrar, en parte y solo virtualmente, su antiguo esplendor.
Lo anterior se debe a un revolucionario proyecto (para obras de arte de esta dimensión) denominado Mantegna. Adoptando la actual y potente tecnología informática los responsables de este proyecto pudieron examinar durante dos años, 80 mil 735 fragmentos del famoso fresco: “Muchos de ellos tenían una dimensión no mayor de una cajetilla de cigarros mientras que la mayoría tenía el tamaño de un timbre postal”.
Gran parte de estos fragmentos encontraron su colocación original con la ayuda de una red de computadoras la cual permitió, a través de una laboriosa simulación digital, que diez por ciento de la superficie pintada pudiera ser reconstruida.
“Se trata de un importante resultado, de una nueva etapa de un intento jamás interrumpido destinado a reconstruir, en cualquier manera, esta obra de arte destruida hace 59 años”, agregaron los responsables del proyecto.
Los restos de la capilla Ovetari, bombardeada el 11 de marzo de 1944, habían sido recolectados y puestos a salvo por los ciudadanos de la ciudad de Padova quienes, después de colocarlos en decenas de cajas, enviaron los fragmentos al Instituto Central de Restauración de Roma (ICR).
Los expertos del ICR, bajo la guía de Cesare Brandi, director del Instituto en aquel tiempo y padre de la moderna restauración en Italia, lograron, con los fragmentos más grandes, reconstruir cuatro escenas (las menos dañadas) del fresco las cuales fueron colocadas en la ex nova capilla padovana en 1946.
Entre 1994-98, con un financiamiento del Estado, cada minúsculo fragmento fue restaurado, fotografiado y documentado, pero el verdadero problema seguía siendo el de cómo rehacer este complicadísimo rompecabezas.
La idea de utilizar la moderna tecnología informática vino del Instituto de Física de la Universidad de Padova. Los investigadores Domenico Toniolo y Massimo Formasier consiguieron elaborar un programa capaz de confrontar y recolocar los fragmentos, sobre un diseño que representaba la reproducción en los únicos documentos que se tenían del ciclo pictórico de la capilla.
Las imágenes, tomadas en 1920 por los técnicos de la Fratelli Alinari, desafortunadamente eran en blanco y negro lo cual hizo todavía más difícil el trabajo de reconstrucción. Elaborado el programa y obtenidos los fondos necesarios el proyecto Mantegna dio inicio.
“En esta fase, que es solo a nivel de reconstrucción virtual, se ha podido demostrar que los fragmentos salvados cubren casi 77 metros cuadrados, diez por ciento de la capilla pintada por el Mantegna”, explicaron los responsables del proyecto.