15 septiembre 2003
Roma, (Notimex).- Agua destilada y pulpa de celulosa serán utilizadas a partir del martes para limpiar la estatua El David de Miguel Angel, conservada en la Galería de la Accademia de Florencia, confirmó hoy el superintendente Antonio Paulucci.
En rueda de prensa, el superintendente museístico de Roma, informó que ése será el método usado para toda la campaña de mantenimiento de El David, luego de los exámenes positivos realizados en semanas anteriores.
Los trabajos de limpieza de la estatua se pondrán en práctica de cara a los 500 años de su realización, que serán celebrados en el 2004.
Paulucci precisó que los depósitos de polvo, yeso y cera de abejas, que en el curso de los siglos se han sedimentado en el mármol del David de Miguel Angel, serán removidos con aplicaciones de agua destilada y celulosa.
Ello, dijo, se dará con el uso de papel japonés para garantizar que la pulpa de la celulosa no entre en contacto con la superficie de mármol y deje residuos.
El superintendente, al lado de la directora de la Galería, Franca Falletti y la restauradora, Cinzia Parnigoni, confirmó que la segunda fase de restauración del David iniciará este 16 de septiembre.
La limpieza del monumento deberá concluir en mayo de 2004, a tiempo para el inicio de los festejos por los cinco siglos de su creación.
El David fue mostrado por primera vez en público el 8 de septiembre de 1504 en la plaza de la Signoria Fiorentina, frente al Palaccio Vecchio. En ese sitio la estatua permaneció hasta 1873, cuando fue cambiada a la Galeria de la Accademia.
Su actual manutención ha estado en el centro de las polémicas que semanas atrás llevaron a la renuncia de la anterior restauradora, Agnese Parrochi, encargada de la primera fase de limpieza y a favor del método seco, es decir, con pelo de venado, gomas y pinceles.
El nuevo método fue elegido con base a pruebas científicas y considerando los resultados de las primeras pruebas de limpieza hechas por la restauradora Cristina Samarelli.
La restauración del David es financiada por la fundación holandesa Ars Longa Stichting con 165 mil euros (181.5 mil dólares), mientras el programa de diagnóstico y monitoreo fue patrocinado por la fundación Friends of Florence con 200 mil euros (220 mil dólares).