04 noviembre 2003
MADRID, (Reuters).- España, uno de los aliados más firmes de Washington en Iraq, está retirando "para consultas" a parte de su personal civil de Bagdad, dijo el martes el presidente del gobierno español, José María Aznar.
"Nosotros hemos llamado a las personas que colaboran con la Autoridad (Provisional de la Coalición) en Iraq, los expertos españoles y también a parte del personal de la embajada", declaró Aznar en una rueda de prensa conjunta con el canciller alemán, Gerhard Schroeder, en Berlín.
Sin embargo, minimizó la decisión y aseguró que no se trataba de una "evacuación". "Hay que evaluar la situación con ellos y en su caso tomar las decisiones oportunas", declaró.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores había dicho poco antes que el encargado de negocios --el diplomático español de mayor rango en el país-- permanecería en Iraq junto con otro diplomático.
Aznar reiteró el compromiso de España con Iraq. "Espero y deseo que lo que significa un compromiso importante por la seguridad, por la reconstrucción y por la estabilidad en Iraq, lo sigamos cumpliendo todos y podamos culminarlo con éxito", dijo.
Las fuerzas de Estados Unidos se enfrentan a ataques diarios en Bagdad y zonas del norte y el oeste de la ciudad. La resistencia letal también ha obligado a la mayoría de los trabajadores humanitarios extranjeros a salir del país.
Los extranjeros que trabajan para la Autoridad Provisional lo hacen como asesores para ayudar a los iraquíes a crear nuevas instituciones y ministerios.
El gobierno español actuó en contra de la opinión pública interna al apoyar a Estados Unidos políticamente durante la invasión de Iraq y después envió unos 1.300 efectivos para mantener la paz en el país.
España volvió a demostrar su apoyo para la posguerra de Iraq el mes pasado cuando acogió una Conferencia de Donantes para la reconstrucción del país y comprometió por su parte 300 millones de dólares en ayuda.
Las críticas a la guerra por parte de medios de comunicación se intensificaron después de que José Antonio Bernal, un sargento que trabajaba para el Centro Nacional de Inteligencia en Iraq, muriera por disparos de armas de fuego cerca de su casa en Bagdad.
Otro militar español, el capitán de navío Manuel Martín Oar, murió en un ataque contra la sede de la ONU en Bagdad.