30 octubre 2003
Naciones Unidas, (EFE).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha decidido retirar temporalmente a todo el personal internacional que permanecía en Bagdad tras el ataque del que fue víctima la sede de la Cruz Roja en esa ciudad.
Un portavoz del secretariado, Stephan Dujarric, afirmó hoy que se trata de una docena de personas, "a las que se ha pedido salir del país" para reunirse "con personal de la sede" para debatir esencialmente "qué se debe hacer en materia de seguridad para continuar el trabajo" de la ONU.
Según el portavoz, "no se trata en ningún caso de una evacuación", término que los funcionarios de Naciones Unidas emplean solo cuando la intención es no regresar.
Dujarric indicó que la medida no afectará al personal internacional que se encuentra en el norte de Iraq, esencialmente en Erbil, y cuyo número es de entre 30 y 40 personas.
El portavoz prefirió no precisar a dónde serán trasladados los empleados que saldrán de Bagdad por medidas de seguridad, pero fuentes de la organización indicaron que viajarán a un país de la región.
En relación a cuándo puede retornar a Bagdad el personal de la organización, reconoció que aún no está decidido y que se verá en la reunión, para agregar que la "situación sobre el terreno es muy volátil" y que se deben tomar medidas de seguridad adicionales.
La organización de Naciones Unidas llegó a tener más de 600 empleados internacionales en Iraq antes del atentado con coche bomba del que fue víctima su sede en Bagdad el 19 de agosto pasado.
Tras el atentado, que causó la muerte de 22 personas, incluido su máximo representante, Sergio Vieira de Mello, Annan ordenó la retirada de gran parte del personal, que quedó reducido a menos de un centenar.
El 25 de septiembre pasado, hubo una nueva orden de retirar más funcionarios internacionales mientras se estudiaban las medidas de seguridad y en espera de que la situación mejorara.
En esa fecha, había 86 empleados en Iraq, de los cuales fueron retirados aproximadamente la mitad y llevados a países de la región.
Annan ha insistido en todo momento que el trabajo de la ONU continúa, que no se trata de una salida definitiva y que el personal internacional regresará en cuanto las condiciones lo permitan.
La retirada de lo que restaba del personal internacional en Bagdad dificultará aún más las operaciones en la ciudad, que ahora recaerán totalmente en los aproximadamente 4.000 empleados locales.
El anuncio se ha producido después de que el Comité Internacional de la Cruz Roja indicará que reducirá el número de empleados extranjeros de Iraq y que incrementará las medidas de seguridad.
La decisión fue tomada tras la cadena de atentados perpetrados el pasado lunes en Bagdad contra la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja y cuatro comisarías de policía en las que también montaban guardia soldados estadounidenses.
Al menos 42 personas murieron y cerca de 240 resultaron heridas en los atentados ocurridos en espacio de una hora, y durante la primera jornada del Ramadán, el mes de ayuno musulmán.