Durango, Durango.- Durante el resto del año se prevé una estreches en las ventas de automóviles nuevos. La tesis de los distribuidores de automóviles en Durango es que los clientes potenciales están esperando a que llegue 2004, para lograr adquirir un vehículo importado, en vista de la nulidad de los costos arancelarios y aunque una vez en el país deberá sujetarse a las normas, leyes e impuestos mexicanos, hay esperanza de que sean más baratos y que tengan mayor calidad.
En el segundo trimestre del año Durango ha registrado una caída en sus ventas del orden del 11.3 por ciento y se espera que todavía baje más a finales de año, según especialistas financieros. La entidad forma el quinto estado con más caídas de ventas en automóviles nuevos en 2003, explicación de la que la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), en Durango, a través de su presidente, Roberto Mendívil D., consideró que ha sido a causa de la desinformación que existe entre los clientes potenciales, pues afirmó que ellos creen que tienen la idea de que serán más baratos o que estarán exentos de algunos impuestos, pero aseguró que no será así.
Aunque la AMDA en Durango se enfoca ante el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, no se debe olvidar el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, mercado del que también podrán recibirse automóviles nuevos, es decir, México podrá acceder a un sinnúmero de marcas y vehículos nuevos, siempre y cuando se sujeten a las normativas de los tratados internacionales y de las leyes y reglamentos de la nación que así lo permitan.
La AMDA a nivel nacional ya preveía la caída de las ventas de la producción de vehículos nuevos en el territorio mexicano, por la reducción arancelaria de las unidades importadas, que para el 2004 desaparecerá.
También se ha informado que en promedio el 50 por ciento de los automóviles que se comercializan en México son importados, principalmente de Estados Unidos y Canadá, sin embargo, no debe olvidarse la competencia europea, pues ya hay algunos vehículos que se comercializan en el país.
El TLCUE fue firmado en el 2001 y también se acordó la reducción arancelaria y esto a provocado que las firmas automotrices hayan atraído a compradores con planes de financiamiento que incluyen hasta seguros de cobertura total y el pago de algunos impuestos.
La AMDA se defiende
Aunque ya se ha registrado una seria caída de la venta de automóviles nuevos en todo México, por lo menos en 17 estados de la República, a pesar de la accesibilidad de los financiamientos y tasas de interés, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores se defiende y trata de informar a sus clientes potenciales.
Esta asociación informa que para que un vehículo pueda ser importado por una persona moral o física, deberá mantener ciertas características, como; ser facturado por primera vez, tener menos de mil kilómetros, ser del año y modelo que actualmente se fabrica o que no hayan transcurrido más de 90 días de su fabricación y no haberse registrado en otro país.
Todos los vehículos importados de otro país, a pesar de que no paguen arancel, deberán pagar los impuestos mexicanos una vez internado en territorio nacional, como será el Impuesto al Valor Agregado, el Impuesto Sobre Automóviles Nuevos, la Tenencia, además, de los gravámenes estatales que así se dispongan, como es el derecho a las placas, engomado y refrendo, tarjeta de circulación, etcétera.
Informa la AMDA local que el comprar un automóvil nuevo determina otros riesgos, como: el que no se cuente con las refacciones adecuadas en caso de descomposturas y que también no pueda hacerse efectiva la garantía, ya que éstas pueden ser sólo seguras en los países dónde se vendió el automóvil.
Las características del gasto de combustible, ajustes técnicos y artículos especiales que sólo se determinan para el territorio para el que fueron fabricados, lo que afirma la AMDA podría provocar problemas de operación al usuario.
Para poder importar
Una persona física o moral que desee importar un vehículo tendrá que cumplir con ciertos requisitos adicionales, como lo será la contratación de un agente aduanal que se encargue del proceso de importación, al que se le pagarán sus honorarios y los gastos del trámite.
Deberá demostrarse que el vehículo es nuevo, bajo las características que se mencionaron y, además, tendrá que cumplir con todas las normas oficiales mexicanas (NOM) ambientales, de seguridad, con las que cumple la industria automotriz nacional que son exigibles en la frontera y que por razones particulares del territorio mexicano, difieren de las de otros países.
Se comprobará la certificación del vehículo, en cuanto a sus reglas de origen a través de un documento que así se emita por la planta fabricante. Si no cumple con las normativas establecidas en los tratados, pagará un arancel del 50 por ciento. También tendrá que mostrarse que el valor aduanero declarado del vehículo corresponde al precio real de adquisición.
Aunque es cierto que debe existir mucho cuidado con las garantías, también se considera que muchos fabricantes extranjeros ya están previendo estos problemas, pero es necesario establecer que las políticas corporativas sobre las garantías de productos que han sido comprados en el extranjero no necesariamente serán efectivas en México. Los fabricantes así como los distribuidores mexicanos sí otorgan garantías a los vehículos que venden en el país, independientemente de dónde se hayan fabricado.