700 instructores de religión se congregaron en el IV Encuentro Arquidiocesano de Catequesis y Evangelización, celebrado en el Auditorio del Pueblo
El interés por obtener una formación religiosa más sólida y profundizar en la fe se ha convertido en un detonante dentro de la Iglesia católica, sostuvo el padre Pedro Roacho durante el acto de clausura del IV Encuentro Arquidiocesano de Evangelización y Catequesis que reunió a 700 instructores de catecismos en el Auditorio del Pueblo de esta ciudad.
“Actualmente vemos un católico preocupado por profundizar en su fe, por instruirse en la doctrina de la Iglesia y por mantener vigente su participación en la vida sacramental y la oración”, enfatizó el sacerdote Roacho, coordinador del Secretariado Diocesano de Evangelización y Catequesis, Sedec.
Desde la apertura de este encuentro declarada en la Parroquia de Cristo Rey, hasta la clausura ayer en el Auditorio del Pueblo, se planteó como objetivo motivar el entusiasmo por difundir el Evangelio de Jesús, “de tal manera que cada vez se sientan más ilusionados a descubrir y vivir su compromiso bautismal como catequistas y agentes evangelizadores”.
Dijo que ya no deben formarse o hacerse cristianos al vapor, además de que los instrumentos de trabajo no pueden ser realmente eficaces si no “son utilizados por catequistas bien formados”.
Bajo las circunstancias del mundo actual, el proceso de catequesis no puede paralizarse sino que, por el contrario, tiene que ser revitalizado, además de generar la formación de auténticos católicos que asuman el compromiso de su fe y su incorporación a los roles pastorales que propone la Iglesia, manifestó.
Explicó que el objetivo del IV Encuentro es motivar a todos los agentes evangelizadores sobre la necesidad, importancia, finalidad y dimensiones de la formación, para promover y acompañar en la vida de fe el crecimiento de los fieles cristianos.
En este encuentro participó el padre Hermilio Cárdenas, secretario ejecutivo de Evangelización y Catequesis de la Comisión del Episcopado de México, además de los sacerdotes profesores de los seminarios Mayor y Menor, Miguel Morales, Martín Gómez y Luis Roberto de la Torre.
El catequista, en una visión integral, debe sumarse a los esfuerzos pastorales y de evangelización en las parroquias, como el centro base de la Iglesia católica, además de inspirar el deseo de una formación constante en la fe y la instrucción religiosa.