02 septiembre 2003
SAN FRANCISCO, (AP).- Un tribunal federal de apelaciones revocó unas 100 penas de muerte el martes, porque los presos habían sido condenados por un juez y no por un jurado.
El fallo se da a raíz de una decisión tomada por la Corte Suprema en el 2002, según la cual sólo jueces y no jurados tienen autoridad para imponer sentencias de muerte. Sin embargo, el máximo tribunal nunca aclaró si la nueva norma se podía aplicar retroactivamente.
Por un margen de 8 votos contra 3, el tribunal federal con sede en San Francisco determinó que todos los procesados que hayan sido condenados a muerte por un juez deben tener el derecho de conmutarla por sentencias de prisión.
El fallo se aplica sólo a los estados de Arizona, Idaho y Montana, los únicos en la jurisdicción del tribunal que han permitido a los jueces imponer penas de muerte. Otros dos estados, Nebraska y Colorado, han permitido también que los jueces sentencien a muerte a los procesados, pero las cortes federales de apelaciones con jurisdicción sobre ellos no han emitido un dictamen.
"Al decidir que los jueces no tienen facultades constitucionales para decidir si los acusados pueden ser condenados a muerte, la Corte Suprema alteró los principios fundamentales aplicables a juicios por homicidio", escribió el juez federal Sidney R. Thomas, en un documento dirigido al tribunal. Los abogados defensores elogiaron el veredicto.
"Es un acto de justicia fundamental", opinó Ken Murray, defensor federal de oficio en Phoenix. Murray calculó que la decisión beneficia a por lo menos 100 sentenciados a muerte, tan solo en Arizona.
La oficina del procurador general de Arizona no respondió a una llamada en busca de comentarios. Sin embargo, los abogados involucrados en el caso consideraron probable que el dictamen sea apelado ante la Corte Suprema.