COMARCA LAGUNERA.- Los jóvenes se amontonan en la barra y presionan al barman: “deme una michelada”... “quiero un vampiro”. Afuera el estacionamiento es insuficiente. Algunos optan por sentarse en sus automóviles a tomar, otros simplemente se van a dar la vuelta para luego volver por más.
Y es que los negocios de bebidas preparadas para llevar, parecen ser la novedad entre los jóvenes. Sin embargo, el giro no se encuentra contemplado en los reglamentos de alcoholes de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo.
Además, en ninguno de los tres municipios garantizan el contenido final de las bebidas preparadas en ese tipo de negocios, pues el Sector Salud no cuenta con laboratorios especializados para conocer si la mezcla está libre de toda adulteración.
Sobre el bulevar Miguel Alemán y calle Trujano de Gómez Palacio, la fila de automóviles es larga. Ahí los jóvenes llegan y piden sus bebidas favoritas, total, no hay nadie, ni siquiera una patrulla que les impida salir del negocio para luego conducir mientras ingieren el alcohol.
En la esquina de la avenida Gómez Farías y calle Cuauhtémoc de Torreón, una patrulla vigila el negocio. A la salida del lugar, un policía da recomendaciones: “no pueden irse con las bebidas”. Pero los jóvenes son astutos, aprovechan cualquier descuido del agente para esconder entre sus ropas los envases y luego apresuradamente caminan a sus automóviles.
Por casualidad, lo descubrieron
Según Luis Longoria Rodríguez, director de Alcoholes, en el municipio de Lerdo, de manera oficial sólo existe un negocio dedicado a la venta de bebidas preparadas para llevar, pero considera que no ha dado en el gusto de la preferencia de la gente, pues no tiene mucho éxito.
“La verdad es un negocio que a las diez de la noche ya está cerrado, no hemos tenido problemas con ellos ni hay quejas de la ciudadanía”. El bar se ubica en la calle Hidalgo y avenida Francisco I. Madero.
En comparación con los negocios de Gómez Palacio o Torreón, dice, en Lerdo no llama la atención de los jóvenes porque simplemente prefieren divertirse en esas ciudades. Longoria Rodríguez reconoce que dentro del Reglamento para la Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas en Lerdo, no está contemplado este tipo de negocios.
El funcionario dice que se dieron cuenta por casualidad que vendían bebidas para llevar en el bar de la calle Hidalgo. Este negocio funciona desde hace tres meses y opera con el giro de restaurante-bar.
“No es un negocio dedicado a la venta exclusiva de bebidas para llevar, pero ocasionalmente lo hacen porque alegan que cuando la gente se quiere retirar, pide para llevar”.
En caso de que algún negocio solicite operar exclusivamente como bebidas para llevar, será necesario cambiar el reglamento porque en la actualidad, ese giro no está contemplado y resulta imposible otorgar la licencia de funcionamiento.
Longoria Rodríguez dice desconocer si el Sector Salud regula la venta de bebidas preparadas: “quién lo regula o quién lo hace, la verdad no lo sabemos, entiendo la pregunta porque existe preocupación por la cuestión de la adulteración, pero en Lerdo no hay barras libres ni negocios de ese tipo como para preocuparse si hay adulteración”.
No están fuera de la Ley: Alcoholes
En Gómez Palacio existen cuatro negocios dedicados de manera exclusiva a la venta de bebidas preparadas para llevar. Sin embargo en el Reglamento de Alcoholes, no está contemplado este giro y son considerados como expendios de venta de cervezas, vinos y licores.
Enrique Saavedra Urbina, director de Alcoholes de Gómez Palacio, aclara que desde administracio-nes pasadas, fueron autorizados para funcionar de esa manera. Asegura que estos negocios no están fuera de la Ley porque son regulados por el Ayuntamiento.
Además en la actualidad la Comisión de Alcoholes del Ayuntamiento, estudia modificaciones al Reglamento de Alcoholes, para incluir el giro: expendios de bebidas preparadas para llevar. A más tardar en un mes será autorizado por el Cabildo en pleno.
Según el funcionario para que este tipo de negocios pueda operar, se necesita la anuencia de vecinos de 150 metros alrededor, además no deben estar cerca de edificios públicos y de comercios similares en ese mismo radio de acción.
Los inspectores realizan rondines de vigilancia para que cumplan con el horario de cierre y que no vendan a menores de edad, para eso se apoyan con los elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
“Ese giro como tal no está contemplado pero está regulado el funcionamiento, además son pocos los negocios y en breve cerrará sus puertas uno por incosteable”. Los operativos son realizados en horas de oficina, los inspectores verifican las bodegas y exigen a los dueños que muestren la factura de los licores, para constatar que son los existentes.
Enrique Saavedra Urbina garantiza que las bebidas que toman los jóvenes en este tipo de negocios son seguras porque de manera continua, los inspectores verifican las bodegas de los establecimientos y todo ha estado en perfecto orden, pues incluso los proveedores son locales.
Sin infraestructura adecuada: Sector Salud
Ante la falta de infraestructura necesaria para analizar las bebidas preparadas para llevar, la Jurisdicción Sanitaria número dos no garantiza que el contenido final sea de óptimas condiciones y esté libre de toda adulteración.
Rafael Monárrez Chavira, jefe del departamento de Regulación Sanitaria de la Jurisdicción Sanitaria número dos, señala que los negocios dedicados a la venta de bebidas preparadas para llevar, son verificados de manera continua. El de mayor demanda es el que se encuentra ubicado en el bulevar Miguel Alemán y avenida Trujano.
La falta de laboratorios especializados, limita el trabajo de los inspectores a sólo tomar muestras tanto del hielo que utilizan como de la materia prima, pues no pueden hacer pruebas de alcohol, cuando es necesario mandan realizar análisis al Laboratorio Nacional de Salud Pública.
Ante esta situación, los inspectores se enfocan a constatar la higiene con que preparan las bebidas. El departamento de Regulación Sanitaria cuenta con 11 verificadores, cada uno de ellos distribuido en diferentes giros: comercial, industrial y de servicio, mínimo los operativos se llevan a cabo una vez cada mes y medio.
“No sabemos qué ingredientes lleva cada bebida, sólo inspeccionamos la materia prima, no se cuenta con la infraestructura para analizar el alcohol, no lo podemos medir para ver si es metano o no, no tenemos esa capacidad”.
Según Monárrez Chavira, hasta la fecha sólo se han detectado irregularidades en las áreas físicas de estos negocios como: carencia de sanitarios, cestos de basura, entre otros.
“Lo que nosotros hemos visto es que utilizan bebidas nacionales e internacionales, que vienen embotelladas ya ex profeso, que son elaboradas en lugares de reconocido prestigio, lo que no puedo asegurar es que no son adulteradas ya en el negocio, es decir, al momento de la preparación, no tenemos la forma de demostrarlo”.
Ante esa situación, Monárrez Chavira recomienda a los jóvenes que cuando decidan beber compren productos de orden más conocido y embotellados, pues la preparación se presta para la adulteración.
Es responsabilidad del Ayuntamiento: Sector Salud
En opinión de Eduardo Cortés Delgadillo, jefe del departamento de Regulación Sanitaria de la Jurisdicción Sanitaria número seis, es el Ayuntamiento quien tiene el sartén por el mango para reglamentar y controlar la venta indiscriminada de bebidas embriagantes.
La Secretaría de Salud a nivel local, dice, no tiene facultad para poner un límite al consumo de alcohol, únicamente se realizan muestreos para analizar el contenido de las bebidas tanto del punto de vista físico-químico como microbiológico.
Con el estudio físico-químico se investiga si tiene componentes que sean tóxicos para la persona, no para determinar si está adulterado con otra bebida semejante pero de menor calidad.
“Un whiskey corriente se puede vender por uno caro, pero al hacer el análisis físico-químico sale compatible porque ambos deben contener ciertos límites”.
Y añade: “nosotros lo que hacemos ya en la bebida preparada, es hacer un muestreo. La bebida y la botella, se envían al Laboratorio Nacional de Salud Pública, para el análisis correspondiente”.
Hasta la fecha no se han encontrado irregularidades, según Cortés Delgadillo: “nosotros no analizamos la finura o lo corriente de las bebidas sino que no contengan sustancias tóxicas para los humanos o los valores no excedan de los permisibles, incluyendo el por ciento del alcohol volumen”.
El último operativo realizado por la Jurisdicción Sanitaria fue hace mes y medio. Se llevó a cabo en 12 establecimientos de venta de alcohol con el apoyo de la Policía Estatal, sin embargo no se encontraron irregularidades físico-químicas, incluyendo el metanol.
“El principal problema no es tanto la calidad de las bebidas porque eso está controlado, sino la cantidad que se consume, en lo personal creo que cuando los muchachos dicen: me tomé dos o tres copas pero me puse borracho porque estaba adulterado, no es cierto”.
A decir de Cortés Delgadillo, los jóvenes no se toman dos o tres bebidas sino hasta quince o más, pero dan la versión de la adulteración para evitar que sus padres los castiguen, por eso el Ayuntamien-to debe tomar cartas en el asunto y reglamentar la venta indiscriminada de alcohol.
Se estudia adecuación del Reglamento de Alcoholes
En Torreón existen cinco negocios dedicados a la venta de bebidas preparadas para llevar. La Dirección de Control Reglamentario analiza una adecuación al reglamento de Alcoholes, pues es necesario agregar nuevos giros.
Manuel Acuña, titular de Control Reglamentario, asegura que ese tipo de negocios es inspecciona-do, además la Dirección de Seguridad Pública Municipal, vigila que las bebidas no sean ingeridas por los jóvenes mientras conducen.
“Hay necesidad de adecuar el Reglamento de Alcoholes porque la situación actual derivada de una serie de aspectos que prevalecen y que ocasionan que entremos en la corrupción y que entremos al ámbito del desorden, estamos hablando de horas extras, cierres de negocios, la actualidad obliga a que se tenga una perspectiva diferente”.
En la actualidad los negocios de bebidas preparadas para llevar funcionan como restaurantes con venta de cerveza. Los inspectores exigen que tengan la carta, las comandas, que vendan algún tipo de producto alimenticio.
El trabajo de vigilancia de Control Reglamentario en ocasiones se realiza en coordinación con el Sector Salud y las corporaciones policíacas. Manuel Acuña reconoce que los inspectores nunca serán suficientes para aplicar todo lo que contempla el Reglamento Municipal.
Y mientras en los municipios de Torreón y Gómez Palacio, los regidores estudian ya las adecuacio-nes a los reglamentos de alcoholes, con el fin de reglamentar el funcionamiento de este tipo de negocios, en Lerdo no se ha contemplado siquiera realizar alguna modificación.
El costo
Los jóvenes laguneros gastan considerables cantidades de dinero en la compra de sus bebidas favoritas.
Bebidas Precios
-Margaritas 65
-Vampiros 68
-Paloma 65
-Michelada 38
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón
Se Prohíbe
Los reglamentos de Alcoholes de Gómez Palacio y Torreón, contemplan prohibiciones, pero...
En Gómez Palacio
Artículo 40.- Queda prohibida la venta de bebidas preparadas que contengan alcohol en sus diferentes modalidades, para su consumo fuera de los establecimientos a que se refiere este reglamento, aun cuando éstas se expendan en envases cerrados o sellados.
Artículo 34.- Queda prohibida la venta de bebidas alcohólicas a personas que se encuentren en visible estado de ebriedad o drogadicción.
En Torreón
Artículo 45.- Vender o suministrar bebidas a personas mayores de 18 años.
Artículo 16.- Todo establecimiento cuyo giro incluya la venta o el consumo o ambas cosas, de bebidas alcohólicas no puede establecerse a una distancia menor de 200 metros lineales a la redonda, de centros educativos, iglesias, instalaciones deportivas, hospitales y centros de trabajo.
FUENTE: Reglamento de Alcoholes de Torreón y Bando de Policía y Buen Gobierno y Reglamentos Municipales de Gómez Palacio