“Vamos a contar mentiras”,
llamóse una obra teatral
que hoy tú, escuchas y miras
en teatro internacional.
Son actores diferentes
los de entonces y de ahora,
mas los de ahora son gente,
¡vaya si apantalladora!
Si a Bush no le pones peros,
el Hussein no canta mal;
y además de ser cuenteros,
no les gusta la verdad.