SI JUÁREZ NO HUBIERA MUERTO
Hay un cambio de verdad,
y lo que antes se creía
hoy se sabe de verdad.
Hoy, por ejemplo, sabemos
cuánto nos robó Fulano,
cuánto Zutano y Mangano;
lástima que no obtendremos
los castigue Perengano.
Al único presidente
que no le tembló la voz
a la hora de castigar
fue a Don Benito, ¡por Dios!,
y lo hizo en forma ejemplar.