LOS DETALLES
Embellecer un jardín
o componer un reloj;
arreglar bien una calle
o el poner luz a un farol,
son cosas que no interesan
vigilar o proponer,
menos mandar restaurar
hoy a nuestros funcionarios.
Las ciudades que en el mundo
impresionan al turista
y lo hacen su apologista,
lo obtienen con un rotundo
cuidado de todo aquello,
lo pequeño, lo pequeño,
que visto junto es muy bello.