A cuatro juegos de los líderes de la Zona Norte, Sultanes y Diablos Rojos, esta noche Vaqueros inicia una estancia de seis días en casa, primero frente a los Olmecas de Tabasco y posteriormente en contra de los Piratas de Campeche; el compromiso primordial de la novena de Alex Taveras son los Saraperos de Saltillo, hoy en el segundo lugar, con tres juegos de ventaja sobre Laguna.
La semana que arranca esta noche puede ser clave para que el cuadro de casa se enfile hacia una buena posición en la primera vuelta, porque mientras en el Estadio de la Revolución estarán Olmecas y Piratas, Saraperos de Saltillo emprende una gira muy complicada, primero en Oaxaca, ante los Guerreros y posteriormente en Puebla, ante los Tigres. Por su parte, Pericos, dos juegos arriba de Vaqueros, estará en Veracruz, frente al Águila, y el fin de semana en el Parque “Lázaro Penagos” casa de los Cafeteros de Córdoba.
Sobre la marcha y en base a las necesidades que se asoman, la directiva de Vaqueros se ha preocupado por traer los refuerzos que hacen falta, y es así como a estas alturas, después de 23 juegos, al equipo naranja han llegado refuerzos como Calvin Pickering, Alberto Castillo y Cosme Valle, mientras que no están más con el equipo: Henry Mercedes, Efraín Valdez y el lanzador derecho Juan Jesús Martínez, uno de los tres que vinieron opcionados por los Diablos Rojos del México.
Los aspectos extradeportivos deberán ser resueltos por la directiva, en forma conjunta con el cuerpo técnico, no sólo en el caso de Israel Alcántara, sino de todo aquel elemento que sobrepase los límites de lo natural. En pláticas recientes con José Antonio Mansur, la forma de pensar del presidente de Vaqueros alcanza para dar tranquilidad, porque atinadamente como directivo ha señalado que el equipo no es “Issy” Alcántara, Alex Ortiz o Alejandro Taveras, y efectivamente, un club de beisbol profesional va más allá de tres o cuatro peloteros.
Algunos aficionados y un sector de la prensa han señalado con dureza la escasa productividad de Israel Alcántara, al que atinadamente se ha decidido mantener en el equipo, en espera de que muy pronto pueda alcanzar el nivel que lo llevó a las Ligas Mayores, en donde terminó la temporada 2002 como parte de los Cerveceros de Milwaukee.
Desde luego, es correcto señalar las fallas de un bateador con la trayectoria de Alcántara, pero como profesionales que son, la misma exigencia se da en el caso de todos los integrantes del plantel, y si el equipo no ha alcanzado el nivel que se desea, no es por las fallas con el bat y el guante de Israel Alcántara, sino de todo un grupo, en donde cada quien ha dejado de hacer algo en su trabajo, para tener como consecuencia actuaciones lamentables, como frente a Diablos Rojos y Sultanes de Monterrey en casa, o bien, como la que se tuvo frente a Langosteros de Cancún, en el Parque “Beto Ávila”.
En contraparte, justo es reconocer el trabajo realizado en las visitas a Monclova, Reynosa y Saltillo, de donde se regresó con resultados favorables; los altibajos son parte del beisbol, pero cuando se dan en condiciones normales, con el pelotero metido de lleno en su trabajo diario, además de la firme intención de salir a la mayor brevedad de los momentos difíciles.
José Antonio Mansur ha dicho que dos semanas al menos se dará la oportunidad a Israel Alcántara, pero se puede decir que de no reaccionar en las series ante Olmecas de Tabasco y Piratas de Campeche, la permanencia del dominicano será muy complicada, sencillamente porque los asistentes al Estadio de la Revolución se van a meter fuerte con su persona, como lo hicieron aquella noche frente a los Diablos Rojos del México, cuando cometió dos errores en el jardín izquierdo.
Se ha señalado que junto con Calvin Pickering, Alcántara debe integrar el 1-2 del poder, y sobre todo, el bateo oportuno en Vaqueros Laguna, en donde el apoyo de Alejandro Ortiz, Carlos Rodríguez, Omar de la Torre, Gonzalo Meza, Carlos Rodríguez, José Amador, Alberto Castillo, Efrén Espinoza, Eloy Arano, Idelfonso Lara y Héctor Estrada, tiene que ser mejor cada día. Es muy cierto, el éxito en un equipo de beisbol no radica en la buena actuación de un lanzador, un bat importante o el mejor defensivo, sino en un verdadero trabajo de conjunto, en donde cada quien pone su granito de arena en busca de un objetivo común, que es la victoria, pero lo realmente difícil es mantener un ritmo ganador, aun cuando dos o tres elementos claves no estén en su mejor momento.
Las condiciones están dadas para que esta Semana Mayor, los aficionados al beisbol que se queden en la comarca disfruten de su espectáculo favorito; Vaqueros Laguna (como equipo) debe entregar resultados positivos y esperar el fin de la estancia de seis juegos en casa para reducir la ventaja que hoy lo separa de los líderes, Sultanes y Diablos Rojos, aunque primero habrá que ir en busca de Pericos de Puebla y Saraperos de Saltillo.