Durante muchos años se ha mantenido la errónea versión de que algunos de los mejores peloteros laguneros no juegan en la Liga Mexicana de Beisbol de Verano, porque en circuitos como el de Chihuahua obtienen ingresos muy superiores a los que ofrece la pelota profesional.
Nada hay más irreal que esta aseveración, porque cuando un pelotero es joven y está en plenitud de facultades, desprecia grandes cosas cuando decide jugar en ligas piratas o bien en otras como es la mencionada de Chihuahua.
Jugadores laguneros como Moisés Camacho, Jesús “Chanquilón” Díaz, Horacio Piña, Leonardo Rodríguez y Fernando “He-Man” Rodríguez, para dar un salto a la actualidad, son reconocidos por su participación en el mejor beisbol profesional que se juega en México y no por jugar en la Liga de Chihuahua.
La situación es clara, el pelotero joven, nacido en La Laguna y con facultades, desea incorporarse al profesionalismo, pero de inmediato con sueldos muy elevados que ningún estrella percibió en sus inicios en la Liga Mexicana. El beisbol profesional ofrece beneficios invaluables, que la Liga de Chihuahua no tiene a su alcance, y un ejemplo claro de esta situación es el caso de Ricardo Rincón, que llegó al Unión Laguna como jardinero, se incorporó a la Liga Mayor de La Laguna, con el equipo Kimball, de los Algodoneros pasó a los Diablos Rojos del México y de ahí a Ligas Mayores, primero con los Piratas de Pittsburgh, después en los Indios de Cleveland y ahora con los Atléticos de Oakland. Rincón no nació en La Laguna, pero aquí se hizo pelotero profesional y estelar del beisbol, primero en Liga Mexicana y posteriormente en la Gran Carpa.
Una conocida publicación a nivel nacional dio amplia cobertura al hecho de que Ricardo Rincón construyó una verdadera mansión a sus padres, en su natal Cuitláhuac, Veracruz; el lanzador zurdo prácticamente tiene asegurado su futuro, sin ser un superestrella de las Grandes Ligas. ¿Qué hubiera pasado si Rincón decide aprovechar los jugosos ofrecimientos que en sus inicios le hizo el beisbol de Chihuahua?.
Fernando “He-Man” Rodríguez, que el fin de semana estuvo en Torreón, es otro ejemplo; el nativo de Torreón llevó un proceso antes de convertirse en pelotero estelar de la Liga Mexicana. Como promesa del beisbol decidió incorporarse a los Algodoneros de Unión Laguna, y la organización lo asignó a la Liga Tabasqueña; Fernando no estaba muy animado y regresó a casa, pero muy a tiempo recapacitó y se reincorporó al proceso, sus cualidades pronto lo llevaron al equipo grande y eso le abrió las puertas de la Liga Mexicana; ya con el equipo lagunero despertó el interés de los Piratas de Campeche, quienes compraron su contrato, mediante el pago, al pelotero, del importe que le correspondía de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, en su apartado dedicado a los deportistas profesionales.
Hoy en día Fernando Rodríguez disfruta, junto a su familia, de las comodidades que el beisbol de la Liga Mexicana ofrece a un pelotero estelar, y aquí surge la pregunta, ¿qué pelotero en la Liga de Chihuahua alcanza los ocho mil dólares mensuales? Muchos estelares del beisbol profesional sobrepasan esos ingresos, aparte de estar en lo que es un gran escaparate para las Grandes Ligas.
La directiva de los entonces Algodoneros de Unión Laguna se cansó de invitar a muchos laguneros, con el fin de brindarles la oportunidad de llegar al beisbol profesional, sin embargo, en algunos casos, al exigir sueldos muy elevados, el mismo pelotero se quitó la posibilidad de iniciar una carrera que no ofrece límites, de acuerdo a la categoría del jugador y a sus deseos de superarse cada día.
Héctor Favela fue invitado a participar en el campamento de los Algodoneros de Unión Laguna, pero el día de la cita para viajar a Guadalajara no se presentó, a pesar de haber manifestado en este diario, la gran alegría que le dio haber recibido la invitación del equipo guinda. J. Guadalupe González viene a ser otro ejemplo, el popular “Lupillo”, de indudables cualidades como amateur, se cortó él mismo la posibilidad de brillar como profesional, incluso como material de Ligas Mayores, todo por ganar un sueldo que puede ser atractivo en el beisbol de Chihuahua, o en cualquiera otra liga semiprofesional.
Existen actualmente laguneros metidos de lleno en el profesionalismo, ahora con Vaqueros Laguna, un ejemplo de lo anterior es Federico Castañeda, pelotero de la Liga Mayor de La Laguna y del beisbol de Chihuahua; el también lanzador Fernando Fernández Calderón, se encuentra en la Liga Tabasqueña con la sucursal de Vaqueros; en la medida en que demuestre sus cualidades, va a recibir la oportunidad en Liga Mexicana y de ahí podrá volar tanto como él mismo lo quiere y lo busque.
Ojalá que los peloteros laguneros que hoy son jóvenes y tengan cualidades para destacar como profesionales, no se corten las alas ellos mismos, sólo por recibir un sueldo que hoy parece atractivo, pero que mañana podrá ser muy superior a lo que puedan imaginar, si deciden seguir el camino correcto, tomar el beisbol como profesión.