Vaqueros Laguna inició exitosamente la segunda vuelta, con series ganadas en Puebla, frente a los Tigres y en Oaxaca, ante los Guerreros, de los equipos importantes del Sur antes de caer en una pésima racha. El regreso a casa de la tropa de José Juan Bellazetín lucía promisoria, al encarar a equipos “cómodos”, como Cafeteros de Córdoba y el Águila de Veracruz.
Pero esa ilusión de los aficionados se vino abajo desde el martes anterior, cuando Córdoba aprovechó las facilidades del conjunto local para llevarse el primero de la serie, dos días después Vaqueros volvió a caer y así se perdía un compromiso más en casa; la tremenda inconsistencia regresaba así al cuadro lagunero que hoy pierde juegos importantes que mucho van a pesar al final de la segunda vuelta.
Con todo para ganar series por limpia en el Estadio de la Revolución, Vaqueros Laguna está metido, desde el arranque de la campaña, en una gran irregularidad, sin encontrar el nivel que le corresponde, de acuerdo a los 28 peloteros que componen el roster oficial.
Primero fueron las decisiones equivocadas de Alex Taveras, que echaron a perder la mejor pretemporada que se recuerde de un equipo lagunero desde 1985, cuando el beisbol de la Liga Mexicana regresó a esta plaza, en 1985.
Arrancó el calendario regular y de pronto surgió la figura de Omar de la Torre, como ese elemento
importante a la ofensiva el cual, con sus batazos, decidió los primeros triunfos para la causa vaquera. La novatez llevó a De la Torre al banquillo y desde entonces el de Guadalajara no recibe una oportunidad de jugar todos los días, para dar paso entonces a la etapa de Alberto Castillo, sin duda, el mejor receptor de la liga, que a su llegada a Torreón se convirtió en un bat candente, superior al de cañoneros importantes, como Israel Alcántara y Calvin Pickering; el catcher dominicano llegó a ser el mejor productor de carreras del circuito y Vaqueros parecía haber encontrado el camino.
Hoy, cuando está a punto de arrancar la quinta serie de la segunda vuelta, Vaqueros Laguna es un equipo con grandes dudas, el pitcheo se ha convertido en un problema serio para “El Piri” Bellazetín, sobre todo a la hora de integrar una rotación de cinco abridores que verdaderamente haga sentir confianza.
Primero fue Efraín Valdez, posteriormente Rodolfo González y al final Randey Dorame; tres abridores que en su momento hicieron abrigar esperanzas de éxito, pero los resultados fueron muy distintos a lo que se esperaba. El caso de Dorame es continuación de las muchas que le ha hecho Roberto Mansur a los equipos de La Laguna y este lanzador zurdo llegó a La Laguna con la intención de rehabilitarlo para los Diablos Rojos del México, al aprovechar la presencia de Ernesto Borbón, coach de pitcheo que vino este año a realizar un trabajo serio y profesional.
A la inconsistencia se unieron Abraham Elvira y Edgar Pérez, dos lanzadores que llegaron de los Cafeteros de Córdoba, junto con Francisco Rivera, aunque este último, en base a buenos relevos, se ganó la confianza para ser el preparador del equipo. Como zurdo, Elvira llegó con grandes expectativas, pero hasta ahora sólo ha sido capaz de lograr cuatro outs, para una cosecha muy pobre.
Las grandes fallas de ese departamento en Vaqueros hacen necesaria la incorporación de otro relevista a la rotación de abridores y aparece aquí el nombre de Jorge Roque Gutiérrez, es cierto, con trabajos irregulares como relevo, pero debido a su condición de abridor, a lo largo de toda su carrera. Se ha señalado en varias ocasiones, la necesidad de incluir a Jorge Roque en la rotación de abridores y al parecer llegó el momento; el de Guasave seguramente lo hará mejor que Rodolfo González, Efraín Valdez y ahora Randey Dorame.
La segunda vuelta está en marcha y Vaqueros no muestra la consistencia requerida para ser uno de los cuatro calificados en la Zona Norte; si el objetivo se llama play off, vale la pena que ya se hagan ajustes y se vea hacia todos los elementos que se tienen en el roster, porque el lagunero, Federico Castañeda, ha sido injustamente ignorado y si se le dio la oportunidad frente a los Cafeteros de Córdoba, fue ante otra pésima salida de Randey Dorame.
A la ofensiva, Gabriel Martínez no es la solución, pero sí forma parte importante de los objetivos; el de Puerto Rico es un primer bat natural y esa era otra de las grandes carencias del equipo; el hueco de Israel Alcántara está bien cubierto con “El Bobby” Lara.
El ataque de Vaqueros Laguna ha dejado muchísimos corredores en los senderos, esa ha sido la causa de muchas derrotas y sin embargo, parece ser que el material que se tiene hace a la ofensiva un
departamento más confiable que el pitcheo. Si los lanzadores se comportan en lo que es su nivel, lo que se haga con el bat será suficiente para encontrar la consistencia ganadora que hoy se requiere. Tecolotes de Nuevo Laredo inició a tambor batiente la segunda vuelta; a este equipo alguna vez lo llamaron chico durante la primera mitad del calendario regular, pero hoy el fronterizo es un plantel motivado, que va a luchar con todo por mantenerse en la primera posición y si el equipo del “Cartuchito” Estrada se mantiene en la cima de la Zona Norte, entonces Vaqueros tendrá serios problemas para calificar, un sueño que cobró mucha fuerza con la llegada a la organización de gente
de La Laguna, como Ricardo Martín Bringas, apoyado por José Antonio Mansur Beltrán, un cordobés que cumple aquí su sueño de estar al frente de un equipo de la Liga Mexicana, pero a quien las cosas se le han complicado.
Vaqueros Laguna visita a Broncos de Reynosa, martes, miércoles y jueves, para regresar a casa el próximo fin de semana y recibir a Tecolotes de Nuevo Laredo; conseguir la limpia en esos compromisos sería algo trascendental para la organización y muchas cosas buenas vendrían posteriormente.