Qué difícil es comentar de beisbol cuando adentro se carga un profundo sentimiento de tristeza y frustración, como es nuestro caso en la actualidad; qué difícil es hablar actualmente de un equipo al que ya se quiere, aunque aún se extraña a los queridos Algodoneros de Unión Laguna; qué difícil es señalar errores de un hombre honesto y trabajador como José Juan “El Piri” Bellazetín; qué doloroso es recibir llamadas de colegas de otras ciudades, quienes se mofan por el sótano que hoy ocupa el cuadro lagunero en la Zona Norte; qué responderles si sus equipos ya tienen seguro un lugar en la postemporada y qué argumentos ofrecer cuando hacen señalamientos tan dolorosos como reales.
Ayer no seguimos los partidos de Vaqueros en Puebla, porque en las últimas derrotas se experimentó una enorme tristeza, al tener en el roster elementos que nada aportan a la causa naranja, ya sea por falta de calidad o bien de deseos y esto último sí es lamentable, porque entonces se incurre en un fraude contra muchos aficionados que siguen fieles a la causa.
En contraparte, es halagador escuchar comentarios como el de un señor de apellido Flores, que solicita apoyo de todos hacia el equipo vaquero. Se trata de una persona centrada, que llama a Jorge Luis Lechuga con afán de construir y con quien estamos de acuerdo prácticamente en todas sus apreciaciones, menos en aquella, cuando Trebor Álvarez vino al relevo en la octava entrada, a convertir un triunfo en derrota.
Si se revisan los números de José Juan Bellazetín, en cuanto a ganados y perdidos, el saldo es muy desfavorable y lo único que se puede decir en favor del “Piri” es que entre sus planes del 2003 no estaba dirigir, por si eso fuera poco tomó las riendas de un equipo cuyo pitcheo ha sido un desastre, pero del que se pudieron obtener mejores resultados, de haber existido un manejo adecuado.
No es el tema de hoy señalar si Bellazetín es bueno, regular o malo como manager, pero sí es válido decir que sería importante traer ya al manejador que estará con el equipo en el arranque de la temporada 2003, porque tendría prácticamente un mes para trabajar con la mayoría de los peloteros que entonces dirigirá.
Y es aquí en donde viene un comentario que ya se hizo anteriormente; Vaqueros Laguna tiene en sus filas al manager que le puede dar muchas satisfacciones en el futuro, nos referimos a un nayarita que fue un buen receptor y su trabajo como timonel en algunas ligas de desarrollo ha sido productivo. Hasta el año anterior estuvo con los Acereros del Norte y antes fue parte del equipo de Roberto Mansur en los Diablos Rojos del México. En el 2003, al arrancar la Liga Tabasqueña fue con destino a aquel circuito a trabajar en forma conjunta con la gente de Cafeteros de Córdoba.
Este elemento ya jugó para el Unión Laguna, por lo que conoce la plaza y la afición, en el 2003 regresó, a la organización ahora vaquera, actualmente se le puede encontrar en el dougout y es hora de que se le permita explotar los conocimientos adquiridos y los demuestre como manager en Liga Mexicana; si usted no sabe a quién nos referimos, mencionaremos entonces el nombre de Víctor Hugo Monroy, que seguramente entregaría mejores resultados que Alex Taveras y José Juan Bellazetín; no mencionamos a Roberto Méndez, porque aunque era el manager “oficial” no estamos seguros de que suyas hayan sido las decisiones en el terreno de juego durante su mandato.
No seguimos la transmisión radial de la jornada dominical en Puebla, pero el ingeniero Alejandro Soto nos puso al tanto al término del segundo partido; el popular “Pitágoras” que lleva estadísticas incluso mejores que las oficiales de la Liga Mexicana, manifestó su desacuerdo por el trabajo de lanzadores como Edgar Pérez, Abraham Elvira, Martín Gómez y Braulio Neri. Señala este personaje la injusticia que se ha cometido con elementos como Federico Castañeda y Julio César Jiménez, que ayer nunca debió salir del partido, por haber realizado un buen trabajo hasta que se tomó la decisión de removerlo. Señala Alejandro Soto que los relevos de Edgar Pérez, Braulio Neri y Abraham Elvira fueron desastrosos y más valía haber dejado a Julio César Jiménez.
Al igual que el señor Flores y quien esto escribe, Alejandro Soto piensa que Vaqueros debe tener un nuevo manager para el resto de la temporada, porque aunque la causa prácticamente está perdida en el 2003, los juegos que restan del calendario regular, pueden ser muy valiosos para que el nuevo timonel tenga contacto con los peloteros que serán contemplados para el 2004.
Pero no sólo el ingeniero Alejandro Soto, el señor Flores y un servidor han seguido de cerca la marcha del equipo, hay cientos de aficionados que hoy en día sienten una gran tristeza porque se retratan continuamente en las taquillas del Estadio de la Revolución y no sienten que lo pagado por el boleto se desquite en el terreno de juego. Estas personas no exigen triunfos, porque eso es imposible, sin embargo, sí solicitan acciones drásticas que permitan a la directiva demostrar que quienes siguen y apoyan al equipo en las buenas y en las malas, muchas veces tienen razón y merecen atención a sus peticiones. ¿Por qué no ver el resto del calendario regular a los Vaqueros que serán pilares del equipo en el 2004?
Estamos convencidos de que José Antonio Mansur ya tiene en mente el nombre de varios peloteros que no estarán en el 2004; quizá se tenga la esperanza de obtener a cambio algún elemento importante, sin embargo, ahora que venció el plazo para realizar movimientos, más que nunca es importante irse el resto del calendario con la gente que en verdad está dispuesta a partirse el alma por el equipo y seguramente así lo hará el año entrante, sencillamente por ese sentido que debe tener todo aquel que presuma de ser un verdadero profesional.