Entre un mundo de patadas, ayer se dio la opción de disfrutar un excelente juego de beisbol, cuando Piratas de Campeche visitó a los Tigres de Puebla, al arrancar el play off de la Zona Sur, en el Parque Hermanos Serdán. Lee Sigman, manager felino, inició con su mejor lanzador en la loma de pitcheo, Gus Gandarillas, mientras tanto, Francisco “Paquín” Estrada lo hizo con el zurdo, Narciso Elvira, que este mismo año estuvo en la pelota del Lejano Oriente.
Hoy no se trata de comentar lo sucedido en este encuentro, pero sí señalar el ambiente de fiesta en el escenario, porque si el beisbol de por sí es hermoso, más lo es cuando se vive en un ambiente como el de ayer en el inmueble de la Angelópolis; familias enteras disfrutan del “Rey de los Deportes” en un espectáculo muy propio de esta disciplina y eso lo han comprobado quienes normalmente acuden al Estadio de la Revolución.
Envidia de la buena, es el sentimiento que se experimenta al ver esa fiesta que ayer vivieron los aficionados poblanos al beisbol, quienes para su fortuna, hoy volverán a tener ese platillo inigualable de play off, para continuar martes, miércoles y jueves, con el duelo entre Diablos Rojos del México y Pericos de Puebla, en el mismo Parque de los Hermanos Serdán.
Hoy en día queda en los aficionados laguneros un recuerdo lleno de esperanzas, a partir del 18 de marzo pasado, cuando Vaqueros Laguna, en el primer juego de su historia, superó a los Acereros del Norte, ante un remozado escenario que en el 2003 lució sus mejores galas, esas que nunca exhibió desde la lejana fecha en que fue construido.
Es doloroso no tener actualmente al “Rey de los Deportes” en Torreón y sólo queda seguir los partidos que la televisión satelital permita disfrutar, seguir el desempeño de los peloteros mexicanos en Ligas Mayores, y en general, estar pendientes de la actividad en el mejor beisbol del mundo.
Platicar sobre los muchos problemas existentes en el seno de Vaqueros Laguna, ya no es el caso, pero haber estado en cada uno de los entrenamientos de pretemporada en la Unidad Deportiva Torreón, seguir los juegos en el Estadio de la Revolución y los de gira, por televisión o radio, permite entender muchas cosas que difícilmente va a comprender alguien que no siguió la marcha del equipo como lo hicieron además, amigos como Heriberto Gallegos, Jorge Luis Lechuga y Alejandro Soto.
Mucho antes de iniciar la Temporada 2003, en este espacio se elogió la decisión de la directiva en cuanto a dar todo el apoyo al manager, Alex Taveras, hoy cuando se habla de un fracaso deportivo, el concepto no ha cambiado, la organización que encabeza José Antonio Mansur Beltrán hizo lo correcto y desde ahora el deseo de que eso se repita en el 2004, con quien sea el manager designado para la próxima campaña.
Se habló de los inconvenientes de tener como manejador a Marco Antonio Vázquez, y si se hizo un comentario al respecto, fue con conocimiento de causa, no por comentarios de terceros; se aclaró que la directiva de Vaqueros “nunca” pensó en el sonorense para dirigir al equipo y si alguien tiene dudas de esto, José Antonio Mansur está dispuesto a aclararlas.
Todo ha terminado en el 2003 y desde ahora las baterías se enfocan a la integración de un equipo competitivo para el 2004; la directiva sabe perfectamente quiénes son los peloteros que no regresarán al equipo, y tengan la certeza que ya existe un manager en mente, así como los refuerzos que se piensa traer para apuntalar la novena.
Está por demás decir que Alejandro Ortiz tendrá que buscar las marcas de Héctor Espino y Nelson Barrera en otro equipo; es claro señalar que Calvin Pickering nunca más volverá a la organización mientras el presidente sea José Antonio Mansur
Las necesidades están muy claras y quizá la principal sea conseguir un buen receptor; se requieren dos buenos lanzadores mexicanos, preferentemente inicialistas, y también la ofensiva requiere una buena inyección de talento nacional, porque nunca es prudente depender tanto de los refuerzos extranjeros, como sucedió con Vaqueros en el 2003.
Podemos adelantar también que la idea de una segunda etapa en la remodelación del Estadio de la Revolución, por ahora sólo queda en proyecto, al considerar los propietarios que el inmueble como está es uno de los mejores de la Liga Mexicana; se tiene la intención de trabajar fuerte en la conformación de un plantel de categoría, en donde estarán los jóvenes que entregaron buenas cuentas durante el último mes de temporada y algunos peloteros de experiencia, extranjeros y mexicanos que vendrán con la obligación de demostrar por qué fueron contratados.