Torreón, Coah.- Rodrigo no tuvo que lidiar con el rechazo de su familia ni de sus amigos al momento de revelarles su homosexualidad. Está orgulloso de sí mismo, se acepta y se quiere. Con la gente, tampoco ha sentido rechazo, pero sí discriminación... no puede abrazar a su pareja en el cine o tomarlo de la mano en otros lugares. Son las desventajas de no llevar “una vida normal”.
“En mi casa siempre se ha hablado con libertad de todos los temas; mi mamá y hermanos son muy tolerantes, quieren a las personas por lo que son y no por otras cosas. No tuve ningún problema con ellos”, dice.
Durante la entrevista, constantemente era interrumpido por gente (que se podía percibir) estaba a su lado. “Sí”, contestaba, “muchas gracias”.
-¿Siempre te has querido? “No”.
-¿A partir de cuando empezaste a quererte?- “Poquito más adelante de mi adolescencia; la verdad tenía mi autoestima un poquillo baja. Desde hace dos años que voy a un psicólogo, eso me ha ayudado mucho a recobrar mi autoestima y a quererme, tampoco digo que soy lo máximo, pero me reconcilié conmigo y dije, bueno, me acepto”.
Rodrigo, quien la noche del domingo se convirtió en el cuarto expulsado de la segunda versión de Big Brother -sin contar a Sabina y Ana, quienes salieron por su propia cuenta-, se ganó el cariño de la gente por su honestidad y simpatía. A pocos días de estar adentro de la casa, le confesó al “Vampiro” sus preferencias sexuales, pero desde el primer momento se comportó como una persona cooperativa y transparente.
Pasaban las cinco de la tarde cuando estaba dando la entrevista, con algo de reserva contó, “estaba en secundaria cuando de repente me di cuenta que comenzaban a atraerme mis compañeros; tenía como, mmmm... (piensa por un momento) como 13 años”.
A sus 36 primaveras, Ro -como le decían en Big Brother- ha sido testigo de los cambios que se han venido dando en el país con respecto a los gay. Siente que hay más respeto hacia ellos, pero también “creo que sigue habiendo mucha homofobia”.
-¿Cuándo crees que cambiará esto? “Cuando queramos que cambie, cuando haya un poquito más de educación, porque muchas veces rechazamos lo que no conocemos. Mucha gente puede pensar una cosa porque no la conoce, y estoy consciente que a lo mejor conociéndolo lo rechazará, pero ya es con conocimiento de causa. Ir con el psicólogo, pienso que me ha servido para conocerme, para quererme, para ver los problemas más chiquitos y para descubrir que yo mismo los puedo y debo resolver. Definitivamente, me siento mucho mejor conmigo mismo que antes”, puntualizó.
Su primer día después de haber dejado la casa de Santa Fe en la ciudad de México, estuvo lleno de trabajo. No había dormido, pero aún así estaba disfrutando su primer día de actividades.
“¡Ay discúlpame!, estoy a punto de entrar al programa de La Oreja y no puedo seguir con la entrevista. Muchas gracias. Te mando un beso...”.
Sin rencores
Aunque dijo no sentir rencor hacia ninguno de su compañeros, Rodrigo aceptó estar un poco enojado con “La Chiva” porque ella siempre le dijo que era “neta”, y cuando le preguntó si había hecho complot para nominarlo, la exuberante rubia le contestó negativamente.
-“Hoy, en la mañana, me sentí muy raro por no traer micrófono y al no escuchar que cambiara las baterías. Ya estaba mecanizado”.
-“Yo que conviví con Ana, puedo decir que no es una mala chava; sí es difícil, rara y tiene sus cosas, pero no creo que sea una mala persona; sólo creo que estaba en el lugar y en el juego equivocado”.
-“Quiero pensar, y eso es un poquito lo que he pensado toda mi vida, que para que la gente te quiera y te acepte, realmente tienes que aceptarte y quererte tú. Yo no puedo pedir que los demás me quieran si yo no me quiero”.
-Rodrigo, aseguró que la experiencia perdurará en él hasta el fin de su vida, y que extrañará mucho a todos, en especial a Tony, Mauricio y Vanessa con quienes logró mantener una amistad.
-El mexiquense recibió las llaves del automóvil que ganó durante una de las tareas semanales.
-En la casa de Big Brother permanecen Silvia, Mauricio, Raquel, Vanessa, Tony, Alfonso, Wendy, Eduardo y Tatiana en espera de la siguiente nominación.
Vuelven a cambiar las reglas
Las reglas de Big Brother volverán a modificarse. Por única ocasión, mañana, los participantes de la casa nominarán directa e irrevocablemente. Esto, sin alterar el nombramiento del domingo 11 de mayo.
Esto quiere decir que el miércoles los habitantes entrarán al confesionario para decidir, cada uno de ellos, quién desean que salga de la casa y el que tenga más votos en contra será expulsado.
En esta ocasión el público no intervendrá con sus llamadas y hasta el momento la producción no sabe si saldrá este miércoles o hasta el próximo domingo.
Asimismo, se eligió al nuevo “jefe” mediante un juego de precisión de pelotas. Se trata de Eduardo, el integrante que entró 50 días después que el resto y quien ahora tendrá varias facultades especiales, la más importante y por la que el resto de sus compañeros no pudieron ocultar su envidia, fue porque el sábado diez de mayo tendrá la oportunidad de felicitar vía telefónica a su mamá.
Con respecto a su nominación, Eduardo la hará directa y de frente al integrante que elija. Esa persona no será sometida a discusión, de inmediato quedará entre los aspirantes a abandonar la casa.