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Roland Garros, el inicio del Grand Slam de Serena Williams

Raúl Fernando Garza Cantú

Cumpliendo su promesa de escalar hasta los niveles más altos del deporte, Serena Williams de Estados Unidos contuvo a su hermana mayor, Venus, 7-5 y 6-3 y se llevó su primer título de singles en el Abierto Francés del 2002.

En la primera final de hermanas en la historia de este Grand Slam, Serena peleó con mucha garra, fue muchísimo más creativa, constante y poderosa, además de romper un racha sin victoria contra su muy querida hermana mayor en torneos de Grand Slam.

Por su parte, Venus jugó posiblemente su peor día en relación a su servicio en una final de Grand Slam hasta este momento, incapaz de desencadenar las bombas que suelta como primer saque y por las que es muy famosa; cometió dobles faltas persistentemente, y se trastornó con su segundo servicio, a grado tal que se vio obligada a meter los segundos saques con efecto por en medio del cuadro de servicio dentro de un límite de velocidad de 121 kilómetros por hora. La mujer con el saque más rápido del mundo no logró ni un saque as ni un servicio ganador y sí hizo nueve dobles faltas.

Venus llegó al partido final del Roland Garros con una marca de 5-2 en partidos ganados y perdidos contra Serena, pero no pudo producir el tenis inteligente y autoritario que la ha colocado como la hermana más exitosa. En sus encuentros previos en competencias de Grand Slam, Serena nunca había podido sacar de su mente que la rival del otro lado de la red era su hermana mayor, además de la persona que la cuida y por lo tanto se había desmoronado psicológicamente. Pero ese sábado del 2002 en Francia, su fuerza mental recién encontrada se hizo evidente conforme el partido transcurría.

Este triunfo le dio a los Estados Unidos su octavo título consecutivo de Grand Slam en la rama de singles femenil. Para Venus el momento fue feliz y triste a la vez, mientras elogiaba a su hermana menor por su superioridad, sentía que era su peor actuación en una final de Grand Slam e indiscutiblemente el partido más flojo que haya disputado en un Slam desde que Bárbara Schett, de Austria, la sacara en la primera ronda del mismo Roland Garros en el 2001.

Albert Costa en varonil

Albert Costa a lo mejor todavía no es una leyenda del tenis, pero con su trayecto inspirador y de no-rendición hacia la corona del Abierto de Francia, este español ahora puede grabar su nombre junto al de compatriotas famosos y campeones anteriores de esta torneo de Grand Salam, tales como Andrés Gimeno, Manuel Orantes, Sergi Bruguera y Carlos Moya.

Costa llevó a Roland Garros un juego agresivo nuevo para él con el cual embistió a otro español, como lo es Juan Carlos Ferrero, por 6-1, 6-0, 4-6 y 6-3 para adjudicarse el título de singles varonil.

Fue un recorrido sensacional para un Costa de casi 27 años, establecido ya por mucho tiempo como uno de los arcillistas estelares de la Gira ATP, pero también establecido como un chavo que llegaba al principal torneo de tierra batida del planeta y jugaba un tenis nervioso y defensivo una y otra vez. Aunque no había ganado un título de ningún tipo en tres años antes de Roland Garros, ya había alcanzado las etapas finales de los torneos que por decirlo de alguna forma, son los de calentamiento para el Abierto de Francia.

Su juego agresivo nuevo consistió primero en convertir su servicio en un arma letal, enseguida fue más ambicioso con ese revés arremetedor a una sola mano, después estuvo dispuesto a liquidar los puntos con boleas anguladas y por último, hizo de su ya de por sí poderoso golpe de derecha, un arma de destrucción masiva.

Albert Costa dejó su alma en la cancha y ,como el brasileño, Gustavo Kuerten, lo hiciera el año pasado, elevó su juego hasta los cielos en los últimos tres encuentros.

Kafelnikov y Harrius, en dobles varonil

En la categoría de dobles para caballeros, en su primer torneo de Grand Slam como equipo y solamente en su segunda competencia juntos este año 2002, la combinación no-preclasificada de Yevgeny Kafelnikov de Rusia y Paul Haarhuis de los Países Bajos, se alzó con el trofeo venciendo en la final a los segundos sembrados de este Roland Garros y al recién coronado dúo del Abierto Australiano, Mark Knowles de Bahamas y Daniel Nestor de Canadá en sets consecutivos por 7-5 y 6-4 en la cancha que lleva por nombre Philippe Chatrier.

Con más experiencia en dobles de Grand Slam, Kafelnikov y Haarhuis jugaron un partido tácticamente superior para con sus enemigos, dominando el servicio y controlando los puntos en la red que como se sabe es la clave de los dobles y de los mixtos.

Fue el tercer título de dobles en Roland Garros para estos dos jugadores, quienes previamente habían ganado con diferentes compañeros, el ruso lo logró en 1996 y 1997, con Daniel Vacek de pareja y el de los Países Bajos, quien por cierto ya acumula 53 títulos de dobles a su nombre; lo hizo en 1995 y 1998 con Jacco Eltingh.

Junto con el Sueco Anders Jarryd, Yevgeny y Paul son ahora los únicos jugadores en haber ganado tres títulos de dobles en el Abierto Francés desde que el tenis entró a la era abierta, es decir, 1968.

Este es el sexto título de dobles de torneos de Grand Slam para Paul Haarhuis y el cuarto para Yevgeny Kafelnikov.

Ruano Pascual y Paola Suárez conservaron el título

Las finalistas en el 2000 y ganadoras en el 2001, Virginia Ruano Pascual de España y Paola Suárez de Argentina conservaron su título de dobles femenil. En el último partido derrotaron al equipo preclasificado en la primera posición conformado por Lisa Raymond de Estados Unidos y Rennae Stubbs de Australia, con un contundente 6-4 y 6-2.

Esta final fue la “ideal” ya que Virginia y Paola tuvieron la segunda siembra en el cuadro principal. Raymond y Stubbs llevan en sus espaldas 28 títulos de dobles y esperaban ganar el único trofeo de Grand Slam de dobles que les falta en sus vitrinas, pero las campeonas defensoras tenían otros planes. La ciencia del polvo de ladrillo explotada estratégicamente por Ruano Pascual y Suárez resultó ser fundamental para el triunfo. Su paso por el Abierto Francés 2002 fue impecable ya que no perdieron una sola manga en seis partidos. En resumen, ellas han ganado 12 títulos en arcilla de 13 posibles.

En Dobles Mixtos

La pareja de hermana y hermano proveniente de Zimbabwe, formada por Cara y Wayne Black, mantuvieron a raya a Elena Bovina, de Rusia y a Mark Knowles de Bahamas ( quien por cierto no tuvo suerte en las dos finales en que participó en este Roland Garros) en dos sets con parciales de 6-3 y 6-3 para levantar el trofeo de dobles mixto.

Cara y Wayne llevaron a casa el segundo título de Grand Slam. El mayor de los Black, Byron, obtuvo la corona de dobles varonil también aquí en Roland Garros en 1994 teniendo como compañero a Jonathan Stark. Vale la pena comentar que no solamente las Williams son quienes obtienen triunfos en familia.

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