BARCELONA, ESPAÑA.- Unos 30,000 aficionados se reunieron ayer en el estadio Nou Camp para ver por primera vez al futbolista brasileño Ronaldinho vistiendo la camiseta azulgrana del Barcelona de España.
El astro brasileño fue presentado como jugador del equipo catalán después de completar su pase del club francés Paris St Germain en una transferencia inicial de 25 millones de euros (28,22 millones de dólares) y que puede elevarse a 30 millones de euros (33,86 millones de dólares).
El volante ofensivo de 23 años, que jugará con la casaca número diez del saliente argentino Juan Román Riquelme, fue recibido como un héroe por los aficionados del club catalán amontonados a los dos lados del campo de juego.
Los hinchas observaron la presentación de su nuevo ídolo en pantallas gigantes de video antes de verlo hacer malabares con el balón sobre el césped del Nou Camp.
"Este es uno de los días más emocionantes de mi vida", dijo Ronaldinho al público. Haré todo para darle a la afición razones para aplaudir", agregó.
La decisión de Ronaldinho de incorporarse al Barcelona en vez del Manchester United de Inglaterra o al Real Madrid se basó en parte a las recientes experiencias de Romario, Ronaldo y Rivaldo, tres brasileños que triunfaron con la camiseta azulgrana.
"Quiero seguir sus pasos", dijo Ronaldinho. "Ellos son todos grandes jugadores, campeones mundiales, y en parte ellos son la razón por la que estoy aquí", explicó.
"Siempre desde que era un niño soñé con jugar en Barcelona y ahora la oportunidad ha llegado", agregó.
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, quien prometió durante su campaña electoral contratar a por lo menos un jugador de clase mundial, dijo que la llegada de Ronaldinho podría ayudar al club a recuperar su reputación con uno de los más grandes del mundo.
"Barcelona ya tiene gran renombre mundial, pero Ronaldinho ayudará a proyectar la imagen del club alrededor del mundo", aseguró Laporta.