Por María Cecilia Aguilar
El Siglo de Torreón
MATAMOROS, COAH.- Las vías de comunicación de este municipio son intransitables. Tal es el caso de la carretera que conduce al ejido El Coyote, ahí hasta la unidad motora más moderna acabaría con alguna descompostura, pues parece sembrada por innumerables baches.
Los hoyancos parecen cráteres lunares y se encuentran a lo largo y ancho de esta rúa. Los conductores de las unidades motoras que transitan por ahí, forzosamente se ven obligados a hacer un alto si pretenden conservar en buen estado las condiciones mecánicas de sus automóviles.
En un recorrido que El Siglo de Torreón realizó por esta carretera municipal, se pudo constatar que las quejas que constantemente emite la ciudadanía con respecto a este problema, están bien fundamenta-das, ya que también, en prolongados tramos, esta vía luce como estrellada y a su paso, las unidades suenan como sonaja cuando en forma de brincos por ahí se desplazan.
Los conductores al percatarse de los representantes de este matutino, hacían un recorrido, vocifera-ban a su marcha, “que vengan hasta acá nuestros gobernantes para que constaten la gravedad de este problema”, los más osados gritaban, “qué están haciendo los de arriba... que vengan pa´que se pongan a trabajar”.
Los más aventados detenían en forma prolongada su unidad para informar que al final de esta vía la situación se empeoraba, “es que parece que las malas condiciones de esta carretera no tienen fin”, dijo un conductor, quien intentaba transitar por una orilla para evitar que su unidad se viera perjudicada.
Según otro conductor, los que viajan por esta carretera muchas veces se han quedo varados ahí, pues no se han salvado de una descompostura, “principalmente de la suspensión cuando por tanto brinco, ésta cede”.
Los amortiguadores y las llantas son los que se dañan con mayor facilidad y al estar muy retirada esta carretera de los poblados más cercanos, imposibilita a los conductores el solicitar ayuda y muchas veces han tenido que arriesgarse y dejar a merced de la suerte su unidad para buscar ayuda.
“Es una suerte que uno encuentre su carro sano y salvo cuando tenemos que dejarlo para traer a un mecánico o algo por el estilo, sobre todo cuando es de noche... pues esto parece boca de lobo”, dice el conductor, cuya unidad motora presentó el deterioro de la suspensión de su unidad cuando a una velocidad regular pasó un día por ahí, “intenté hacerle ‘al vivo’ y me salió muy cara la ocurrencia”.
Cuestionó si es obligación o no del Municipio de Matamoros el pago de los desperfectos de las unidades que se han visto afectadas por transitar a través de esa carretera, “pues creo que es su responsabilidad, ya que al pueblo nos quitan impuestos y... ¿dónde está todo ese dinero pues...?”.