Los diputados locales originarios de los Partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y de la Unidad Democrática de Coahuila, se ausentaron de la Comisión Permanente del Congreso. La decisión indica falta de consenso en el trabajo legislativo y en la fiscalización de las cuentas públicas y en cuanto a esto último, acusa una mala relación del propio Congreso con el Poder Ejecutivo Estatal.
La decisión debe ser justificada de cara a la ciudadanía, porque al desprestigio que precede a la función legislativa en nuestro país y región, se suma una actitud omisa de no acudir que suena a inmerecida vacación. Lo anterior no obstante que la función de la Comisión Permanente no incide sobre el trabajo legislativo propiamente dicho, ni en el estudio sobre la aplicación de los presupuestos.
Entre los motivos que explican la ruptura, el más notable concierne a las cuentas públicas que si bien pueden ser aprobadas por la bancada del PRI por mayoría, el Gobierno busca el concurso de otras fuerzas para legitimar esa decisión. Sin embargo, la oposición insiste en que no las aprobará sin antes hacer un estudio analítico, lo que implica investigar el destino real de los recursos gastados y su justificación en cada municipio o dependencia estatal.
La causa es importante porque corresponde a una función esencial de los diputados, aunque la medida del retiro no es la mejor. En todo caso, que sigan asistiendo al Congreso a desahogar el trabajo en la medida en que la fuerza mayoritaria del partido en el poder lo permita, al tiempo de mantener una denuncia al respecto frente al pueblo, organismos intermedios de la sociedad y medios de prensa.