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San Diego, EU.- La industria avícola de California sacrificó más de un millón 200 mil aves de corral como medida para impedir que una epidemia que cubre todo el sur del estado destruya la producción del 2003, valorada en unos tres mil millones de dólares.
California mantiene un estado de emergencia en ocho condados -de la frontera con México hasta el norte de Los Angeles y Riverside-, donde se detecta la enfermedad ?exótica Newcastle?, mortal para las aves pero inofensiva para los humanos, según versiones oficiales.
Un representante del federal Departamento de Agricultura, Larry Hawkins, informó ayer que la emergencia tiene un carácter indefinido; ?se levantará cuando las autoridades consideren que la epidemia fue controlada?.
Un contingente de 600 empleados públicos en equipos de los departamentos de Agricultura federal de Estados Unidos y estatal de California recorren cada granja en el área, donde se mantiene una cuarentena. Los productores tienen prohibido, por orden del gobernador Gray Davis, sacar productos avícolas de la región.
Sin embargo, la epidemia que se detectó a finales de noviembre en una granja de San Bernardino y se extendió rápidamente por el sur de California, ya fue encontrada en granjas del estado de Nevada y hay reportes de otros cuatro estados con la exótica enfermedad.
Los departamentos de agricultura federal de Estados Unidos y estatal de California invierten unos 40 millones de dólares en la erradicación de la epidemia, que consiste básicamente en eliminar controladamente con dióxido de carbono a cientos de miles de aves.
México y Canadá cancelaron temporalmente importaciones de pollo y huevo de California a principios de enero, pero este fin de semana ambos países extendieron la medida hasta que California declare erradicada la enfermedad.
El subsecretario mexicano de Agricultura, Javier Trujillo, informó el sábado que México tampoco comprará productos avícolas de otros estados que encontraron ejemplares con la enfermedad Newcastle, incluidos Oregon, Arizona, Idaho y Utah.
Hawkins dijo que las autoridades carecen hasta hoy de estimados de pérdidas. El único antecedente fue un brote similar que se extendió como epidemia también en el sur de California en 1971.
La epidemia llevó ese año al sacrificio de más de 12 millones de aves de criaderos, con pérdidas por casi tres mil millones de dólares más 56 millones en labores de erradicación.
Esta vez el brote que se detectó en la granja de San Bernardino pasó a Los Angeles y luego a la región avícola más productiva en California, en los condados de Riverside, Orange y San Diego, más tarde incluyó a Imperial, Ventura y Santa Bárbara. Las autoridades mantienen una alerta para la región oeste de Estados Unidos. Hawkins dijo que la ?exótica Newcastle? podría extenderse incluso en las suelas de los zapatos de los inspectores, quienes usan ropa de plástico desechable que les cubre de los pies al cuello.