12/abril/2003
BAGDAD, (Reuters) .- La suerte del líder iraquí sigue siendo un misterio.
Citando conversaciones entre iraquíes interceptadas tras la caída del gobierno, un funcionario estadounidense dijo a Reuters que se está comenzando a considerar que Hussein está muerto. Sin embargo, según las autoridades estadounidenses, este intercambio no es una prueba concluyente.
En una visita a soldados estadounidenses heridos en la guerra el presidente George W. Bush dijo: "Yo no sé si (Hussein) está vivo o muerto. Lo que sé es que ya no está en el poder".
El embajador iraquí en las Naciones Unidas, Mohammed Aldouri, el primer funcionario de Iraq en admitir la caída del gobierno de Hussein, partió de Estados Unidos hacia Siria, diciendo que él no quería representar a su país bajo una ocupación de Estados Unidos y Gran Bretaña.
"Cuando termine esta ocupación... yo será el primero en entrar en mi país como nación libre", dijo Aldouri.
Aseguran haber visto a hijo menor de Hussein
Habitantes de los alrededores de Bagdad dijeron el sábado haber visto con vida a Qusay, el hijo más joven de Saddam Hussein, poco después de que Estados Unidos atacó con bombas un edificio donde el ejército norteamericano había intentado matar a Hussein y a sus hijos.
El lunes pasado un bombardero B-1 lanzó cuatro bombas de 900 kilos sobre el distrito de Mansur después de que la CIA recibiera una información que apuntaba a que Hussein y sus hijos Qusay y Uday se encontraban en su interior.
El ataque supuso la demolición del edificio, pero agentes estadounidenses y británicos dijeron que sospechaban que Hussein podría haber escapado.
Entre la gente que vivía en la calle debido a la destrucción de sus casas, destacó la declaración de dos miembros de una pareja de mediana edad, que dijeron haber visto a Qusay, el heredero aparente de Hussein, siendo trasladado fuera de la ciudad en un Peugeot 306, 15 minutos después de los bombardeos.
La pareja, que conocía a Qusay por haberle visto antes en carne y hueso, dijo que había huido de la casa después de las explosiones. Ambos dijeron que Qusay iba sentado en el lado del pasajero en el vehículo.
"Estoy seguro de que se trataba de él (Qusay). Estaba sentado en el lado de los pasajeros, con un fusil AK-47 en las piernas", dijo el hombre.
"Un decreto de miedo siempre nos gobernará, quedará mientras ellos (Sadam y su familia) sigan ahí fuera", agregó.