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VENECIA, ITALIA.- Probablemente suena muy atrevido, exagerado, pero así la definieron. Ayer, la publicación italiana Film TV Daily que se distribuye en le festival diariamente, nombró a Salma Hayek como "Lady Lido" (Lido es la isla en la que ocurre el festival), título nobiliario presagiado por Carlos Cuarón cuando la bautizó como "La Princesa de Coatzacoalcos".
Y es que con la falta de estrellas en los primeros días de la Muestra de Venecia, Salma se ha robado todos los titulares, las portadas y hasta las críticas por su vestidito con vivos, color rosa mexicano, con el que se le vio durante la inauguración.
Salma Hayek por segundo año consecutivo asistió a la ceremonia de apertura y estuvo acompañada por un joven al que hizo entrar por la puerta de servicio del Palazzo del Cinema.
Según informó el diario Il Gazzetino, Hayek optó en el último momento por la discreción y pidió a su acompañante que no desfilara con ella por la plataforma de entrada al edificio, donde estaban apostados decenas de fotógrafos.
La actriz, que en 2002 inauguró la Mostra con Frida, aparentemente rompió hace un mes con su novio, el actor Edward Norton, tras ser visto éste en actitud cariñosa con una sensual rubia.
Y últimamente se ha dejado ver con el actor Josh Lucas, pero nadie confirmó si se trataba de éste, el que aguardaba "escondido" a que la mexicana se desocupara de sus actividades.
Otros que están haciendo de las suyas y que no son precisamente estrellas, son los del New York Times (periodistas y fotógrafos), a quienes les entregaron unas acreditaciones que dicen: "All access", así es que pueden estar en cualquier lugar (los baños, la sala principal, el foro, los hoteles, la playa, todo.
Esto porque en plena entrevista con Christina Ricci aparecieron para tomar cerca de 50 imágenes (de sus manos, su tatuaje, su rostro, etcétera) y por supuesto que distrajeron a la actriz que además estaba en una pose de "muñequita de pastel de 15 años", o sea medio diva.
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Sorprende "palomazo"
Salma Hayek no deja de sorprender. El público veneciano recibió con admiración y simpatía el "palomazo" que se avienta la mexicana en la cinta Érase una vez en México , cuya melodiosa voz acompaña los créditos finales.
La interpretación es una balada romántica con tintes de bolero, pero lo sorprendente no es el género, sino la habilidad de Hayek para el canto. Robert Rodriguez explicó que decidió hacer cantar a Salma luego de que en todos sus rodajes escuchaba cómo la veracruzana se la pasaba cantando durante los cortes.
Antonio Banderas y Johnny Depp, protagonistas de Érase una vez en México también interpretan un par de temas. La música, el tequila y la comida, son algunos de los elementos que aparecen con frecuencia en la cinta de Rodríguez, quien, con su peculiar estilo, narra cómo la mafia pretende derrocar al presidente de México (Pedro Armendáriz), quien es defendido por tres mariachis (Banderas, Marco Leonardi y Enrique Iglesias).