Las declaraciones del Director de Control Reglamentario del Municipio de Torreón, en las que reconoce la existencia de un serio problema de venta y consumo de carne de dudosa procedencia, resultan preocupantes. De acuerdo a la información que proporciona el funcionario, en los primeros cuatro meses de la administración habrían sido incautadas catorce toneladas de productos cárnicos, fuera de control sanitario.
Sin embargo la Autoridad Municipal no informa haber dado parte a la Sexta Jurisdicción Sanitaria del Estado, ni denunciado ante la Procuraduría de Justicia los delitos que resulten de este comercio clandestino que amenaza la salud pública. El volumen de la carne incautada acusa la existencia de una red de comercialización de proporciones considerables, cuya operación no puede pasar desapercibida.
Lo anterior fuerza al alcalde Guillermo Anaya a informar sobre las medidas que tomará al respecto y de manera muy especial, las que vinculen al Municipio con otros niveles de gobierno. Corresponde al Gobierno del Estado establecer una estrategia general, porque el tránsito del producto desde su origen rural hasta el consumo urbano, por naturaleza indican que el problema rebasa las fronteras del municipio.
El riesgo que implica esta cuestión no es poca cosa, conforme a los resultados de recientes investigaciones en torno al Síndrome Agudo Respiratorio Severo que desde China amenaza al resto del planeta. De acuerdo a tales resultados, el contacto de origen del virus podría estar en las malas condiciones de higiene en que se realiza el sacrificio de animales para consumo humano, en el mercado de la ciudad de Cantón de aquel lejano país.