TORREÓN, COAH.- En una auténtica reacción guerrera, Santos Laguna rescató el empate ante los Rayados de Monterrey, en un encuentro que estuvo a punto de perder y que al final terminó 5-5 en el marcador, en juego pasado por agua durante los noventa minutos.
En tiempo de compensación, y a escasos segundos del silbatazo final, el argentino Matías Vuoso, quien minutos antes había entrado a la cancha en sustitución de José Antonio Noriega, se encargó de anotar el gol que le arrebató dos puntos a los Rayados y de paso representó la igualada para los Guerreros, en un estadio Corona que para ese instante se encontraba convertido en verdadero “manicomio” ante la reacción de la escuadra de Luis Fernando Tena, que después de estar abajo en el marcador 5 goles a 2 en el minuto 66, regresó para conseguir la igualada.
Fue el de ayer un encuentro en que el buen futbol sólo estuvo presente por instantes, donde las dos defensas hicieron agua, pero en el que las emociones estuvieron presentes a lo largo de todo el encuentro, con errores y aciertos de ambos cuadros, equivocaciones del árbitro Sergio Silva, y al final, un resultado que jamás se hubiera imaginado.
El partido se inició con un claro dominio de los Rayados, que tras el silbatazo inicial se lanzaron con todo al frente en busca de sorprender a los Guerreros. Pese a ello, fue el Santos el cuadro que primero tuvo opción de gol en los botines de Héctor Altamirano, quien desaprovechó la opción al precipitarse en su tiro.
Ismael de Jesús Rodríguez tuvo la primera opción de los visitantes en el cobro de un tiro libre directo, tras una dudosa falta de Héctor López sobre Luis Ernesto Pérez.
Justo cuando mejor jugaba la escuadra visitante, al minuto diez se fue al ataque el defensa central Héctor López para rematar de cabeza un preciso centro de Rodrigo Ruiz, quien cobró un tiro de esquina por el sector derecho.
El gol dio la confianza a los elementos laguneros, quienes empezaron a manejar mejor el balón e imponer su ritmo de juego en la cancha, aunque un descuido en su cuadro bajo al minuto 24 de las acciones permitió que Elliot Huitrón conectara el esférico, y con un tiro raso a la base del poste izquierdo de Lucchetti consiguió el empate, ante el desconcierto de la escuadra lagunera y de los miles de aficionados congregados en el Corona.
Bastaron unos cuantos segundos más para que Monterrey le diera la vuelta al marcador al anotar Alexandro Fernandes el 2-1, tras aprovechar a la perfección un preciso servicio de Guillermo Franco. Tras recibir, Fernandes dispara y el balón es rechazado por Lucchetti y el esférico queda nuevamente a Fernandes para que en el contrarremate anide la pelota en la red para el 2-1.
Minutos después, Altamirano debió abandonar la cancha debido a un esguince de tobillo, provocado en la primera jugada ofensiva del Santos en un choque con el portero Martínez. En su lugar entró Jorge Campos, quien se incrustó en la defensa central, para que Caniza se fuera a la lateral izquierda y Palmeros pasara a la derecha en lugar del lesionado.
El verse abajo en el marcador, impulsó al cuadro lagunero a ir al frente, y al minuto 32 vio coronado su esfuerzo al penetrar Rodrigo Ruiz por el sector izquierdo para enviar un centro al área, donde Johan Rodríguez remató a placer ante una mala salida del arquero Ricardo Martínez.
Tres minutos después, el árbitro Sergio Silva anuló un gol a Borgetti, quien remató un centro de Rodrigo Ruiz, aunque el silbante consideró que había existido una falta del goleador sinaloense. Esta decisión provocó una airada reacción de los santistas, principalmente de Borgetti, quien se llevó la tarjeta amarilla.
Así, entre airados reclamos de Borgetti y otros de sus compañeros al silbante, culminaron las acciones del primer tiempo.
Para la segunda parte, la emotividad en la cancha se vivió al máximo y apenas a cinco minutos de reanudadas las acciones, los Rayados se fueron adelante una vez más con gol de “Guille” Franco, quien remató pleno frente a Christian Lucchetti en un cobro de tiro de esquina.
Lejos de conformarse con este marcador, los regios continuaron su ataque sobre el marco de la escuadra local, la que también tuvo importantes opciones de gol en jugadas donde Johan Rodríguez, José Antonio Noriega y Rodrigo Ruiz estuvieron cerca de anotar.
Transcurría el minuto 58, cuando en una jugada fuera del área de los regiomontanos donde el balón le pegó al árbitro en la cara, se originó una descolgada del Monterrey por el sector derecho que terminó por convertirse en el cuarto gol de los Rayados. “Guille” Franco fue el autor del tanto.
Alex Fernandes habría de cerrar la cuenta por su equipo al minuto 66, al culminar una jugada en la que Héctor Castro se integra al ataque por el centro del campo y tras ubicar a su compañero por el sector derecho, le sirve un pase que permite al brasileño entrar al área y fusilar a Lucchetti para el 5-2 hasta ese momento, que se presentaba como una auténtica lápida para los laguneros.
Lo mejor del encuentro estaba por llegar, con esta desventaja, Santos Laguna se alzó con más deseos que orden al ataque y su esfuerzo dio frutos al minuto 75, cuando en una jugada de tiro de esquina se produjo una serie de rechaces dentro del área de Monterrey, que culminó con un autogol a cargo del “Guille” Franco, mismo que permitió a los laguneros acercarse 5 a 3.
Ya con el argentino Vuoso y Pedro Jiménez en la cancha, al sustituir a Johan Rodríguez y “Tato” Noriega, la peligrosidad de la escuadra santista se incrementó, de tal modo que al minuto 85, Vuoso recibió un balón dentro del área y tras controlarlo con el pecho, prendió el esférico de media vuelta, aunque Ricardo Martínez alcanzó a rechazar, sólo para que llegara Jared Borgetti, quien empujó la bola al fondo de las redes para anotar el cuarto tanto y desatar el júbilo en las tribunas y la desesperación en la banca de Rayados, donde técnico y jugadores veían cómo se reducía la ventaja.
La “marea verde” continuaba su incesante ataque sobre el marco de Ricardo Martínez, y la agonía del encuentro se prologó al compensar el silbante tres minutos más, un suspiro para los albiverdes y una eternidad para los visitantes.
Así, a escasos segundos del final, una falta por el sector derecho del campo es cobrada por Rodrigo Ruiz, quien con gran precisión, puso el centro en el corazón del área para que llegara a plenitud el argentino Vuoso y anidara con certero remate de cabeza el balón en la meta de Monterrey, para igualar el marcador a cinco tantos y hacer la hombrada de sacarle el triunfo de la bolsa a los pupilos de Daniel Pasarella, quien hizo la rabieta de su vida.
Alineaciones
Santos Laguna: Christian Lucchetti, Héctor Altamirano (Jorge Campos), Denis Caniza, Héctor López y Gabriel Palmeros, Carlos Cariño, Johan Rodríguez (Pedro Jiménez), Fabián Estay, Matías Vuoso y José Antonio Noriega (Vicente José Matías Vuoso); Rodrigo Ruiz y Jared Borgetti.
Monterrey: Ricardo Martínez, Ismael de Jesús Rodríguez, Flavio Rogeiro, Elliot Huitrón, Paulo César Chávez, Cristian Raúl Ledesma (Héctor Castro), Diego Alejandro Ordaz (Rodrigo Barragán), Luis Ernesto Pérez, José de Jesús Arellano, Guillermo Franco y Alexandro Fernandes (César Adame).
Amonestados
Santos Laguna: Héctor López y Jared Borgetti.
Monterrey: Cristian Ledesma, Ricardo Martínez, Luis Ernesto Pérez y César Adame.
Árbitro central: Sergio Silva.
Asistente uno: Arturo Velázquez.
Asistente dos: Jesús Lara Gómez.
Cuarto oficial: Genaro Moreno A.
La porra “Adicción”, un
verdadero dolor de cabeza
Lo lamentable de la jornada, una vez más estuvo a cargo de la porra regiomontana denominada “Adicción”, la cual al término del encuentro provocó disturbios en el interior del inmueble, motivo por el cual intervinieron los elementos de seguridad pública, quienes debieron detener a varios de sus integrantes, señalados como los responsables del problema.
Público, directivos del club albiverde y hasta representantes de los medios de comunicación de la ciudad de Monterrey, coincidieron en señalar que este “grupo de apoyo”, suele generar problemas en cualquier plaza que se presenta, lo que es de alguna forma solapado por la propia directiva regia, la que deberá poner orden si realmente desea evitar este tipo de problemas, que al paso del tiempo se han convertido en una constante.