EFE
MADRID, ESPAÑA.- Sara Montiel, que desde hace meses acapara la prensa del corazón por su controvertida boda con el cubano Tony Hernández, vuelve a la actualidad con la publicación de unas memorias en las que se adentra en los secretos de alcoba que compartió con personalidades como Hemingway o Anthony Mann.
"Yo no creo en la edad, creo en la vida", asegura la artista española, de 75 años, en Sara y el Sexo, en la que hace un repaso a otros de sus supuestos romances con escritores como Miguel Mihura o León Felipe y científicos como el Premio Nobel Severo Ochoa.
Esta es la segunda ocasión en la que el mito del cine español recurre a la literatura para narrar sus experiencias, tras la edición de sus primeras memorias tituladas Vivir es un Placer, convertidas en un best-seller tras vender más de 65,000 ejemplares sólo en España.
"Jamás he pensado que el sexo fuera malo, lo he visto siempre como una reacción natural que, si iba acompañada de amor, podía ser maravillosa, pero si no, también", mantiene la actriz en el libro.
Sara y el Sexo salió a la venta en España este fin de semana con una tirada inicial de 25,000 ejemplares, que prácticamente ya están vendidos, por lo que pronto se espera una segunda edición, informaron sus editores.
La protagonista de Veracruz asegura en el libro que tuvo su primera experiencia sexual antes de los diez años con una amiga de la infancia y que con Adolfo, un compañero de juegos, llegó el primer encuentro erótico con el sexo opuesto.
Pero fue con el dramaturgo español Miguel Mihura con quien a los 17 años perdió la virginidad. "De él podía aprender mucho, porque aunque no era un bellezón era tan maravilloso y tan atractivo, que había estado con muchas mujeres, y claro, sabía mucho y me enseñó mucho", describe la cantante.
Según la cantante, a Mihura, que tenía más de 40 años cuando le conoció, le gustaba la lencería de color rojo, mientras su primer marido, el director estadounidense Anthony Mann, prefería la ropa interior negra.
Sara Montiel llega a reconocer en el libro que nunca se ha masturbado y se muestra sorprendida por que algunas mujeres puedan fingir sus orgasmos. "Nunca se me hubiera ocurrido" algo así, asegura en otro momento del relato.
La intérprete de El Último Cuplé o La Violetera cuenta cómo conoció en México al poeta español León Felipe, quien le "enseñó muchas cosas".
Ella tenía 22 años y el escritor 64. "Fui su último tren, me lo dejó escrito en una carta", relata en estas picantes memorias en las que asegura que el idilio que mantuvo con el poeta fue "magnífico".
También se deshace en elogios con el escritor estadounidense Ernest Hemingway, al que conoció en 1952 cuando la actriz contaba 23 años.
"Con Ernesto tuve una relación amorosa magnífica, claro que sí, pero eso fue únicamente sexo, era como un toro, muy viril, muy fuerte", dice Sara y agrega que "a lo mejor no era perfecto, de una belleza clásica, pero tenía una energía, una vitalidad que te seducía inmediatamente".
La cantante, que se ha casado cuatro veces, asegura que el amor de su vida fue el Nobel español Severo Ochoa quien, según explica, quiso separarse de su mujer para casarse con ella, aunque finalmente no lo hizo.
"Vivimos un amor maravilloso en todos los aspectos: el sexual, de compenetración, de amistad absoluta, de respeto y de cariño, pero nunca jamás se me ocurrió pedirle que dejara a su mujer", dice la actriz, que ha grabado a lo largo de su vida más de sesenta discos.
Sara Montiel habla también de su matrimonio con el empresario español Pepe Tous, con quien permaneció casada hasta su muerte en 1992. Con él y una chica afroamericana estuvo a punto de participar en un trío sexual en Las Vegas, que no llegó a consumarse.
La actriz asegura rotunda que nunca ha estado con un hombre por dinero, algo que la prensa española cuestiona tras su última boda con Tony Hernández, considerada un montaje con trasfondo económico.
Pero por si alguien alberga dudas sobre esta relación, que ella ha dado por finalizada apenas un año después de la boda, la cantante revive en el libro las sesiones maratonianas de sexo que vivió con el cubano, 36 años más joven que ella.
Repleta de éxitos
Sara Montiel, una de las actrices españolas más internacionales, se casó por lo civil con el cubano Tony Hernández, a sus 74 años de edad, para separarse pocos meses después. Su vida está repleta de éxitos, desde que en 1944 debutó en el cine con Te Quiero para Mí. Gracias a su talento y a su profesionalidad superó a muchas estrellas americanas, marcando una época y un estilo que la convirtieron en un auténtico mito.
-María Antonia Abad Fernández, popularmente conocida como Sara Montiel nació en Campo de Criptana, Ciudad Real, el diez de marzo de 1928. Con 15 años fue descubierta por el productor Vicente Casanova que la anima a participar en un concurso de actrices promesas y, por supuesto, gana.
-En 1944 debuta como actriz en la película Te Quiero para Mí con el seudónimo María Alejandra y sería su agente Enrique Herreros el que se lo cambiaría por el definitivo Sara Montiel.
-Su primer amor, el primer hombre al que se entregó fue el dramaturgo Miguel Mihura, un hombre mayor que Sara, que la amó pero que renunció a ella para que pudiera irse a México y seguir con su trayectoria como actriz que inició en España.
-En México, conoció a León Felipe. Ella fue su musa, a ella dedicó el poeta sus últimos versos y él cayó rendido de amor. Un amor correspondido con admiración, pero no con pasión carnal, lo que provocó en él unos celos que lo colmaron de ira, llegando a pegarle a Sara, y que pusieron fin a su relación. Pero el hombre de su vida -y ese ha sido su secreto mejor guardado- fue Severo Ochoa, a quien conoció en Nueva York y con quien tuvo ?un amor que nació herido... Un amor imposible?, afirma la actriz en sus memorias, que duró cinco años en la clandestinidad.
-Luego vendría su paso por Hollywood, donde coincidió con Gary Cooper en el rodaje de Veracruz, y donde rechazó un contrato millonario porque no quería seguir haciendo de india o mexicana.
-Se casó en 1956 con el director Anthonny Mann, un gran cineasta que, sin embargo, la desaprovechó como actriz pues, como recuerda Sara Montiel «él era buenísimo contando historias ?de hombres?, dirigiendo a actores viriles (...), pero no sabía nada de cómo dirigir actrices (...) Por mucho que le gustase yo como mujer, Tony jamás se fijó en mí como actriz».
-A finales de 1955 volvió a España para rodar con toda clase de obstáculos, sin dinero «El último cuplé». Y entonces, vio cumplido su sueño. «Experimenté el súmmum de mi vida... Paré la Gran Vía y me ofrecieron esos contratos de fábula», recuerda Sara. En esos contratos, la actriz lo controlaba todo: director, fotógrafo, vestuario, hasta el horario de trabajo porque decía que no madrugaría.
-Los éxitos siguieron uno tras otro, pero, en medio, Sara tuvo que vivir el trago más amargo de su vida, la muerte de su madre, que le afecto tanto hasta tal punto que cada noche se iba al cementerio a dormir encima de su lápida. En 1964 contrajo matrimonio en Roma con un ingeniero llamado Vicente Ramírez Olalla, del que se separó poco después.
-Coincidiendo con la llegada del destape, en los años setenta, un tipo de cine que no iba con ella, Sara Montiel se despidió de la gran pantalla y se refugió en la canción y en Thais y Zeus los dos hijos que adoptó cuando estaba casada con Pepe Tous, que falleció en 1992.
-Diez años después de la muerte de Pepe, Sara, a sus 74 años, se ha casado de nuevo con su novio cubano Tony Hernández. La ceremonia civil, a la que no acudieron los hijos de la actriz, se celebró en el Ayuntamiento de Majadahonda, en Madrid, y entre los testigos estaba el peluquero de la novia.
-El matrimonio no duró mucho y terminó en divorcio.
FUENTE: Agencias