Estamos a punto de celebrar la versión No. 193 (1810-2003) de la “Independencia de España”, a la par que “celebramos” el aniversario No. 21 de nuestra “Colonización Formalizada” (1982-2003)... a través del FMI y del Banco Mundial.
Y ¿quién creen que hizo el mejor editorial al respecto ¿Un gran escritor, periodista o filósofo? No, simplemente el publicista de la fábrica de colchones gringa “Simmons”. Sin duda el lector ha visto en TV dicho editorial, que no comercial: Se echa a vuelo la campana de la Independencia, que tiene escrito el nombre de la compañía y un entusiasta locutor dice: “Celebre la Independencia Beautyrest”. Y ¿a dónde anda Santiago Creel que no censura el uso de un símbolo patrio, como es la campana del cura Hidalgo, para anunciar un colchón? ¿Se celebran las independencias en un colchón? Suena despectivo. Pero la colonización ¿por qué no? Y a quién le importa.
¿Quizás a Miguel de La Madrid y a Carlos Salinas y sucesores que firmaron y sostienen nuestro sometimiento? ¿acaso a Jorge Castañeda que acabó con lo que nos quedaba de dignidad en nuestra política externa?
El más feliz aparentemente es el rico gringo Zedillo, La Madrid, se lamenta del avance “de las derechas”, Salinas, que lo empujó a los brazos neoliberales regresa al suelo... semi-patrio.
EL 11 DE SEPTIEMBRE es día de remembranzas atroces: En 1973 del asesinato de Allende tras el bombardeo sobre Santiago de Chile y la imposición de la dictadura pinochetista (pronto podrá el lector cibernético ver en mi página web la historia de una orgía de los militares chilenos encabezados por Pinochet, que “violaron” antes del Golpe de Estado a un cocodrilo disecado que le había obsequiado a Allende su amigo Fidel Castro).
La fecha fatal es hoy por desgracia también aniversario, del terrible (auto) atentado de las Torres Gemelas en New York en 2001, que causó un número aún indeterminado de víctimas en New York y desató la locura guerrera contra “el terrorismo” mundial del terrorista Bush y la destrucción de dos países: Afganistán e Iraq... de momento.
Respecto a esa monstruosa acción, el mejor “editorial” es el del ex procurador de Justicia (del presidente Johnson), Ramsey Clark, oriundo de Dallas y muy atacado por la mafia derechista de los Bush. Ramsey Clark tiene sobre la incalficable abominación que fue el atentado, la misma opinión que tenemos muchos en el mundo que desde el primer minuto dedujimos “quién era el asesino” en el megacrimen contra USA y contra la humanidad.
Muchos periodistas en el orbe nos hemos cansado de decirlo públicamente y hay muchos libros que con detalladas pruebas -hasta tecnológicas- demuestran sin lugar a dudas que la dantesca pesadilla no pudo darse de otra forma más que inventada, planeada, estructurada y realizada desde los más altos niveles del Uspower de Los Halcones. Hay muchos autores que sostienen la tesis, entre ellos, en México, una brillante periodista e investigadora, Claudia Luna Palencia, en su libro “La Política del Miedo”, Ediciones Castillo. Pero hoy un ex Procurador de Justicia de USA, dentro de un denuncia relevante, que intitula “Articles for Impeachment” -artículos de la Constitución estadounidense que violó el actual presidente, el vicepresidente Cheney y el procurador Ashcroft- son razones por las que George W. Bush debería ser destituido y enjuiciado. R.C. acusa a Bush de lo que todo el mundo sabe: de crímenes contra la humanidad y la paz, asesinatos, detenciones secretas, ejecuciones sumarias, torturas y fascismo.
No se había visto denuncia semejante desde la que se hicieron contra Adolfo Hitler. R.C afirma que el 11 de septiembre fue producto de un complot en contra del pueblo de Estados Unidos para justificar su política actual de liquidar las libertades civiles dentro de su país y la expansión militar en el extranjero.
A JOSÉ BOVÉ lo conocemos en México porque dijo una verdad que nos molesta: “México es una colonia de Estados Unidos”. ¿Acaso es un secreto para alguien desde 1982? Los 3 presidentes descaradamente neoliberales del PRI, De la Madrid, Salinas, Zedillo y hoy Fox, su sucesor del PAN, no han sido otra cosa que procónsules de la metrópoli, de nuestra madrastra-patria USA (y no es que España no lo fue). Pero aún habiendo sido encarcelado por Chirac, José Bové, un inteligentísimo campesino francés se opone apasionadamente a la destrucción de la agricultura mundial a manos de las voraces transnacionales -de esto se trata en Cancún en la reunión de la OMC-, e intenta hacer abrir los ojos al mundo, como el coreano que se suicidó, sobre la magnitud de la amenaza que es la manipulación genética vegetal.
Se opone a los transgénicos, a la mecanización pesada de la agricultura, al uso intensivo e indiscriminado igual de pesticidas que de fertilizantes destructivos, a la monocultura en enormes extensiones que atenta contra la biodiversidad, que destruye la cantidad y la calidad de los suelos cultivables, que acaba con la cohesión social y amenaza seriamente la salud de la humanidad y la sobrevivencia de generaciones futuras. Así de simple y directo. Nos prueba que:
EL CAPITAL, EN SU FEROZ APETITO DE DOMINIO Y DE MÁS GANANCIAS, SE QUIERE APROPIAR HASTA DE LA NATURALEZA, DE TODO LO VIVO, DE LOS GENES DE LA VIDA.
UNA VEZ QUE UN ORGANISMO HA SIDO TRANSFORMADO GENÉTICAMENTE, SE LE PATENTA, SE LE PUEDE VENDER Y PROTEGER COMO PROPIEDAD PRIVADA, SE LE HA ROBADO A LA HUMANIDAD.
Sabiendo lo que en realidad sucede y lo que se juega el mundo ¿no es comprensible la furia y los desmanes de los globalifóbicos? Los pinturrajeados, los encuerados, los pelados, los drogados, los suicidas, los violentos, los histéricos, son los que nos pueden salvar haciendo escándalo. No los de corbata. www.manu-dornbierer.com.mx