Una vez más, in memoriam de Luis Sánchez Aguilar, quien acuñó el término “PRIAN”, que como
diputado independiente dio clases de libertad y valor... ergo murió
víctima del clásico “trailerazo”.
Cuando Andrés Manuel López Obrador hacía campaña para obtener la jefatura del gobierno capitalino, mi amiga María Victoria Llamas me invitó a un desayuno en su honor que le ofrecían cientos de mujeres. Francamente fui porque me cae bien “El Peje” y porque el escenario era un precioso jardín de Chimalistac. No soy una persona miedosa pero padezco del miedo incontrolable a los desayunos masivos de mujeres.
Llegamos un poco tarde y corriendo. Mariví se sentó en el podium tras indicarme un lugar en una mesa de primera fila en donde se encontraba María Rojo, cuya magnífica película “La Tarea” automáticamente empezaba a proyectarse en mi mente como en una pantalla cuando de repente escuché mi nombre en boca del orador tabasqueño.
Prometía AMLO dar un lugar preferente a las mujeres en su gabinete y me tomaba como testigo de esa promesa. Me sentí muy honrada, pero sorprendida porque no soy feminista en el sentido radical (e ingenuo) del término. Por supuesto. Combato la milenaria discriminación contra la mujer en aras de garantizar a la mitad de la población los mismos derechos y oportunidades que a la otra, pero no votaría por una mujer sólo porque somos congéneres.
Es más, me opongo al oportunista griterío actual de ambiciosas políticas que exigen hueso por el solo hecho de pertenecer al género femenino. El mérito es lo que me importa, no el sexo. Andrés Manuel cumplió la promesa y de alguna manera me instó a observar a las mujeres de su Gabinete y debo decir que me parecen mejor calificadas que las de otros partidos. Las perredistas del Gabinete (conste que Dolores Padierna nunca estuvo en él) son más confiables, respetables y decentes.
DE LAS PRIANISTAS del PAN a las que llama despectivamente “el viejerío” el honrado Diego Fernández de Cevallos -hoy padrino, con el abogangster del PRI, Yunes, del priista Carlos Ugalde, enviado al IFE a secuestrar la democracia-, no hay qué esperar mucho, ni se les ve ni se les oye porque de ese partido no salen mujeres libres y de cierta estatura política y moral.
Las panistas lo que mejor hacen es santiguarse. No se atreven a decir pío o ¿acaso alguna ha defendido, por ejemplo, el derecho de una niña violada al aborto? No, son fieles siervas del Torquemada de Pro Vida Infernal, el agrio Limón, que por cierto recibe de este gobierno 30 millones de pesos de subsidio. En cuanto a las prianistas del PRI, ésas nunca se han andado por las ramas. Si han llegado a puestos públicos de importancia ha sido siempre (poquísimas excepciones) por sexismo o mejor dicho por el conocido “sexoservicio” sobre el que basan sus carreras.
Hoy manejan el destino de los mexicanos en las primeras filas del poder de algunos de estos especímenes entre los que destaca, claro, Elba Ester Gordillo, impulsora al IFE de otro conocido y depurado producto del PRI, “ahijada” de connotados priistas del antiguo régimen como Emilio Gamboa Patrón, Fernando Solana y ¿del prianista Santiago Creel?: la flamante consejera electoral Alejandra Latapí, apostada desde hace varios lustros en la Cámara de Diputados y amiga de varias Legislaturas.
EL SECUESTRO DE NUESTRA INCIPIENTE DEMOCRACIA a manos del rastacuerismo partidista proviene en buena medida del pacto de dos mujeres prianistas, Marta Sahagún, esposa del Presidente de la República y la antes citada “maistra”. Como se sabe, la pareja presidencial no tiene empacho en solapar a la lideresa y en protegerla de las acusaciones de asesinato y enriquecimiento ilícito que pesan en su contra. Huelga subrayar la indignidad de semejante asociación que ya logró enviar a Elba Ester a la coordinación parlamentaria del PRIAN (Barrio como de costumbre es un cero a la izquierda), coordinación vergonzosa como se percatan tarde los priistas en rebeldía.
El segundo gran paso del pacto es la elección del nuevo Consejo del IFE, integrado por gente de mínima estatura intelectual, algunos de bajísima moralidad y naturalmente todos sectarios, gente totalmente manejable, cuantimás que le vamos a pagar los ciudadanos para los que ya NO trabajarán alrededor de medio millón de pesos al mes. ¡Lista, Jefa, la administración de la “democracia” para uso exclusivo del PRIAN!
El engendro bicéfalo fue creado en 1988-89 por Carlos Salinas y Diego Fernández (pida mi libro “El Prinosaurio” en mi web) y ahora, una vez más, los cómplices, PRI y PAN, tienen la posibilidad de impedir a priori en el 2006 -como lo hicieron a posteriori en 88 con Cuauhtémoc Cárdenas, ganador de la elección presidencial- el arribo a la presidencia de México de un hombre de izquierda, de un nacionalista, el único que podría liberarnos del destructivo neoliberalismo impuesto por el FMI. Y por supuesto tras el IFE, lo que sigue es la entrega a Enron-Halliburton del paquete energético -con el gas que supuestamente no tenemos aunque la cuenca de Burgos es tan extensa como la mitad de Chiapas o de Cuba. Remember Argentina.
El nuevo falso IFE va a servir también al apetito petrolero de Bush y Cheney en Iraq. Surrealista, pero cierto: Nuestro brillante Presidente, en unos de sus últimos paseos, previos a la amañada elección del consejo electoral chafa, se enterneció y contestó el llamado de su amigo Bush a que lo ayuden, por favor, a reconstruir ese Iraq que con tanta saña destruyó. Vicente, hombre de buen corazón, ofreció apoyar a su aliado USA ayudando a organizar las futuras elecciones iraquíes, con nuestro maravilloso IFE de gran fama internacional (antes del secuestro). De modo, mexicanos, que en el futuro tendremos el honor de exportar la alta tecnología del fraude electoral desarrollada por el PRIAN, tecnología que ya utilizó el mismo Bush en Florida cuando se eligió en el 2000.
Bye,Bye, democracy. www.manu-dornbierer.com.mx