Fox leyó bien, tranquilo, con el ocasional flashazo en “el mensaje político” de su sonrisa Coca-Cola ante la torpeza de algún novel opositor de “Foxilandia”. Fue un texto mejor redactado que otros, pero el mismo, con un mea culpa sin el menor remordimiento ni voluntad de enmienda. O inventan otro numerito para el Informe o los mexicanos nos quedaremos pasmados en el siglo XX.
Aunque el país sigue en el más anticuado neoliberalismo, gobernado por el FMI, vía Guillermo Ortiz, herencia de Zedillo en el Banco de México y Francisco Gil en Hacienda, el lunes, Fox nos hizo rejuvenecer a tiempos anteriores a 1982 cuando MMH nos sometió.
La retórica y la letanía de las cifras mentirosas fueron igual de soporíferas que cuando presidentes priistas anteriores a 1982 nos daban (sin embargo) un mejor atole con el dedo. Y así lo resintió a nombre del pueblo ausente del recinto y de la pantalla una señora que roncó con toda razón ante la cámara, sólo que si tal era su intención no debió vestirse de rojo.
PRIMER TRIENO.- ¿Por qué tan tranquilo, señor Fox? Porque todo marcha como previsto para él y quizás no por él.- Zedillo está contento. No lo metieron al bote por el Robaproa y sus Pidiregas, etc.- Salinas de vuelta, también está contento y lo mismo, nadie le dijo ni pío. Su máscara sólo se ve en la telenovela de María Inés, cuyo amante, 15 años más joven que ella (justo y muy aplaudible) y sus dos caballerosos y nobles maridos ofrecen una excelente lección de civilidad a los machotes sobrevivientes.- El gobierno del cambio le dio gusto, chamba y fortuna a los “Amigos de Fox” que lo llevaron al triunfo y a uno que otro recomendado de sus head hunters y por si fuera poco, se les permitió jugar a (des)gobernar.
-La Corte de Foxiliano y Marlota paseó durante todo un trienio por el mundo entero hasta que perdió popularidad en el extranjero para fortuna y ahorro de México. Con lo que costaron los viajes para “atraer inversión” plus los hipersueldos, ya se hubiera podido construir un par de vías férreas, por ejemplo.- Perdió Fox las elecciones del 6 de julio, pero no acusó recibo.- No nos dieron los gringos acuerdo migratorio alguno, pero ¿y qué? les demostró que tampoco pudo cumplir con su promesa, mejor dicho pacto, de entregar a Enron y Halliburton el sector energético de México, mas no por su culpa sino por la del Congreso y de los partidos.- Terminó prometiendo que esto será PAN comido en el segundo trienio.
¿Cómo no iba a estar encantado el Presidente democrático si además las policías metropolitana y federal le quitaron la lata de una docena de manifestaciones en su contra, tapando todos los accesos Palacio Legislativo a los ciudadanos descontentos?
LA SONRISA DEL PAN-YUNQUE.- El próximo trimestre será diferente por definitivo, pero también porque a través del PAN entra a gobernarnos más gente de extrema derecha. Busque el lector el libro “El Yunque, la Ultraderecha en el Poder”, Álvaro Delgado, Plaza y Janés para que tenga un buen directorio del gobierno actual. Fox parece lavarse las manos: “privilegia la política” dice, pero, léase: la negociación con los partidos y legisladores que le son adversos para poder finalmente entregar al país. Por eso llama al negociador panista Felipe Calderón, no porque sepa de energía. Pretende ceder los bártulos al partido que lo llevó al poder, pero sobre todo a la parte más negra de él: El Yunque a la que ya pertenecen muchos de sus funcionarios desde antes. Escuchando a la opinión pública, hace cambios en su gabinete, lo que parece cuerdo, pero qué cambios y como cualquier presidente priista no explica las razones de las salidas ni de las entradas, ni menos aún la permanencia de muchos nefastos. Y por supuesto no finca responsabilidades a “sus empleados” despedidos, porque son “del Despacho” y según la Constitución y sólo frente al presidente son responsables. La misma carísima impunidad de los funcionarios de siempre.
Por ejemplo, despide junto a Lichtinger de la Semarnat al subsecretario de la misma, Raúl Arriaga Barrera, por pleitos internos (como lo hacían los priistas), pero Arriaga es señalado por su corrupción no sólo por incompetencia como su ex jefe. Todos los habitantes de Playa del Carmen, Quintana Roo, lo acusan de complicidad en la construcción con la compañía Acquaworld de un innecesario muelle (existe otro federal) erigido sobre los propios corales de la Costa Maya. ¿Y no pasa nada, señor Fox? Arriaga fue su colaborador en Guanajuato y se dice igualmente que obtuvo todos los permisos de tala de árboles que quiso. Cómo no informa el Presidente, en plena era de la transparencia, por qué corrió a estos dos, le hace decir burradas a gente inteligente como Sergio Aguayo que opinó al aire que fue por la denuncia en vísperas de Semana Santa de la contaminación de las playas, que “a él le pareció muy bien”. Hubiera sido aplaudible que Lichtinger estudiara realmente las playas de México y combatiera su o-ca-sio-nal contaminación ofreciendo soluciones pero no con el dañino e inoportuno amarillismo que lo hizo.
Pero el despido se debió a causas aún más graves. Lo peor es que ahora va a estar la Semarnat en manos de “los nuevos”, el PAN-Yunque Alberto Cárdenas Jiménez, ex gobernador de Jalisco, acusado de promover desde el DIF con su mujer, adopciones ilegales de niños jaliscienses al extranjero. Y será procurador del Medio Ambiente el hiperyunque y que capitaneaba al PAN en el D.F. Luege, quien será el procurador del Medio Ambiente, en la Profepa. Increíble, incomprensible y repito, peligroso.
Ya basta de decir, sin reflexionar como dijo un comentarista, que las secretarías que tienen que ver con nuestros recursos naturales son “menores” refiriéndose a Energía y Medio Ambiente, como otros lo hacen con Turismo. Ese trío es hoy más que nunca nuestro patrimonio más rescatable... si todavía lo es. En fin, si como el peor priista Fox hizo su quita y pon de “mil usos” sin explicación alguna sobre “sus secretarios” salientes ni entrantes a los que la ciudadanía paga, los legisladores tienen que reaccionar. ¡Ojo juristas! Hagan ministros a los secretarios del Presidente para que nos rindan cuentas a sus verdaderos mandantes.
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