SANTO DOMINGO, REP. DOM.- La pesista mexicana Soraya Jiménez quedó contenta con la medalla de plata conseguida en los Juegos Panamericanos 2003, según señaló al término de la prueba, realizada ayer por la tarde en el Pabellón de Halterofilia de Parque del Este.
La campeona olímpica en Sydney 2000 afirmó que se sintió muy bien durante la competencia y que no tuvo problemas con sus rodillas durante el tiempo que duró su prueba.
Aunque la meta era conseguir la presea de oro, quedar en segundo sitio no desagradó a Jiménez Mendívil, quien fue apoyada por su madre y felicitada al final de la jornada por Mario Vázquez Raña.
La ahora subcampeona panamericana de los 58 kilogramos expuso que estaba previsto arrancar la competencia precisamente con una levantada de 56.0 kilos, lo cual resultó determinante para quedarse con la plata en lugar del primer sitio, que correspondió a la venezolana María Alexandra Escobar.
Ambas pesistas tuvieron el mismo rendimiento, pues cada una levantó 92.5 en arranque y 117.5 en envión, para un total de 210 kilos, sólo que la sudamericana empezó con 55.0 kgs, mientras la mexicana lo hizo en 56.0, factor que inclinó la balanza a favor de la ganadora.
Presenció la competencia el presidente de la Organización Deportiva Panamericana, el mexicano Mario Vázquez Raña, quien bajó a felicitar a su compatriota.
El dirigente, quien aún sufre los malestares de la neumonía que lo mandó al hospital al principio de la justa continental por los cambios de temperatura, fue a dar un mensaje de reconocimiento a la atleta, a la cual -aseguró- admira, igual que a la ciclista Nancy Contreras.
Y el búlgaro Gueorgui Koev, entrenador de la halterista, manifestó que la competencia estuvo sumamente peleada y se mostró satisfecho de la actuación de su pupila, pues superó el papel que tuvo en los Panamericanos de Winnipeg 1999, donde ganó bronce.