TORREÓN, COAH.- Consolidado hoy en día como uno de los mejores exponentes de la lucha libre profesional en la categoría Mini, Octagoncito dice sentirse satisfecho por los logros que ha alcanzado en su corta, pero fructífera carrera sobre los encordados, donde ha podido proyectarse para alcanzar el éxito y la aceptación del público aficionado al pancracio.
En su corta trayectoria, este tabasqueño ha tenido la oportunidad de visitar Japón, donde con su gran capacidad técnica y talento luchístico, conquistó el respeto y reconocimiento de la afición de ese lejano país, lo que a decir de este elemento, es uno de sus máximos triunfos como deportista, máxime que en esa nación se conoce bastante de lucha libre y la responsabilidad de representar a México es mayor, debido a todos los antecedentes de mexicanos que han visitado Japón y han logrado triunfar.
Hasta el momento, en su haber cuenta con preseas de primer nivel como el Campeonato Nacional Mini, Campeonato Mundial de la UWA. También ha conseguido la cabellera de Espectrito, las máscaras de los payasitos Coco Verde y Coco Azul, American Cat y Masamulita.
En los Estados Unidos ha realizado importantes campañas, trabajando para las empresas WWF y WCW, consideradas las más serias e importantes de esa nación, mismas que le han dado su lugar como embajador de la lucha libre azteca dentro de su categoría.
Por su trayectoria en las mismas, cuenta con las puertas abiertas para trabajar en ellas cuando él lo decida, ya que en sus anteriores giras ha entregado buenas cuentas.
En su trayectoria se ha topado con excelentes exponentes del pancracio, ante los cuales ha tenido que echar mano de sus recursos técnicos para salir avante en importantes duelos en los que no siempre es señalado como favorito.
En esta lista figuran Piratita Morgan, Bracito de Plata y Bracito de Platino, elementos de mucho respeto para cualquier elemento, aunque en su caso con un saldo favorable. Al momento, su mejor aliado es el zacatecano Mascarita Sagrada, elemento con el cual ha logrado entenderse a la perfección.
El minigladiador reconoció que ser luchador profesional representa un importante sacrificio para cualquier elemento, ya que el gusto y la dedicación por esta disciplina, implica sacrificar a la familia, al alejarse constantemente de ella. Pese a lo anterior, reconoció que finalmente vale la pena, ya que se trata de una carrera muy especial, donde los logros que se obtienen en el cuadrilátero y el reconocimiento del público, son finalmente preseas que tienen un valor muy especial, lo que de alguna forma recompensa otras cosas en las que el saldo no es tan favorable.
Padre de dos niñas, la mayor de nueve años y la menor de un año y siete meses, Octagoncito aseguró que el respaldo de su esposa ha sido determinante en su trayectoria, por lo que espera lograr consolidarse dentro del medio para asegurar el futuro de los suyos.
En sus planes se encuentra continuar incursionando en el mercado norteamericano, donde asegura existen buenas posibilidades de triunfar en forma, y con ello consolidarse como uno de los mejores luchadores de la categoría Mini.