SAO PAULO, BRASIL.- El Gran Premio de Brasil fue determinante el año pasado para el ahora pentacampeón mundial Michael Schumacher, quien espera que se vuelva a repetir esa circunstancia el domingo en la edición número 700 de la Fórmula Uno.
El famoso volante alemán de Ferrari todavía no ha podido subir al podio de ganadores tras dos pruebas del calendario de esta temporada y ha cometido errores poco habituales en él, al tiempo que McLaren era la escudería más favorecida en las pruebas efectuadas en Australia y Malasia.
El año pasado llegó al circuito de Interlagos tras el doble triunfo de Williams, con su hermano Ralf y el colombiano Juan Pablo Montoya, en lo que parecía que iba a ser un gran duelo durante la temporada. Pero, Ferrari dejó listo su nuevo F2002 para Schumacher que respondió ganando el Gran Premio de Brasil por cuarta vez.
La temporada acabó con 11 victorias de Ferrari y el F2002, todavía en servicio este fin de semana ya que se ha retrasado la introducción del F2003-GA, fue superado tan solo una vez en 2002 y Williams no volvió a anotarse un triunfo en el año.
El Gran Premio de Brasil del domingo podría ser la última vez que Schumacher conduzca el F2002 y querrá mostrar que las primeras carreras de la temporada no le fueron favorables por mala suerte y equivocaciones que a las nuevas reglas puestas en vigor por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). “Ocurrió lo mismo el año pasado. Nadie pensaba que iba a ganar en Interlagos”, dijo esta semana.
“Pero, al final, la carrera fue favorable para nosotros, pero no por mucho y además no fuimos los más rápidos”, agregó.”En cierta manera, la situación este año es la misma: va a ser duro, pero podemos hacerlo”, puntualizó.
Bólidos más rápidos
Schumacher recordó a los aficionados que Ferrari tenía el coche más rápido en Australia y que tanto él como su compañero brasileño Rubens Barrichello tuvieron las vueltas más rápidas en Malasia.
Barrichello acabó segundo en Sepang, entre el ganador Kimi Raikkonen, de Finlandia, y el joven español de Renault Fernando Alonso, que fue tercero. El brasileño, empatado a puntos con Schumacher, tiene el gran deseo de vencer en su país, algo que no ha podido hacer en ocho intentos seguidos.
El legendario Ayrton Senna fue el último volante brasileño que ganó en Interlagos y ninguno logró punto alguno en Brasil desde que se mató en Imola en 1994.
El británico David Coulthard, con McLaren, que ganó contra pronóstico en Australia, espera recuperar la punta que le arrebató Raikkonen ganando en un circuito en que venció hace dos años y en el que logró los primeros puntos de 2002. Raikkonen nunca logró puntos en Brasil.
El animoso Montoya, que estuvo en la “pole” el año pasado, vuelve en busca de su primera victoria desde el Gran Premio de Italia de 2001. “Brasil es lo más cercano a una carrera en casa para mí”, dijo el colombiano. “Geográficamente es así, pero también cultural y socialmente similar”. “Puede que sea la gente, el tráfico pesado, la atmósfera o el entusiasmo de la gente, todo me recuerda a casa”, agregó.
Renault, que se aseguró la primera línea en Malasia con Alonso como el corredor más joven en una “pole”, también confía en que puede hacerlo bien el domingo. “Creo que vamos a ser muy competitivos en Brasil”, dijo el director técnico Mike Gascoyne. “Hemos logrado nuevas piezas aerodinámicas, es un circuito en el que hemos ido bien y los dos corredores están con confianza y tienen razones para ello”. “Un coche bien conducido va rápido en Brasil y creo que tenemos gran confianza en ello”, señaló.
Jordan, que todavía no ha logrado puntos este año, espera mejorar su actuación en la temporada, mientras que el debut en Brasil de los locales Cristiano da Matta y Antonio Pizzonia ilusionan a Toyota y Jaguar, respectivamente.