Torreón, Coah.- ¿Es posible cambiar el pasado? Las personas, alguna vez se han sentido como condenadas al cargar con el pesado paquete de su historia. Todos, especialmente después de los cuarenta, se preguntan si han valido la pena los esfuerzos, las ideas, las luchas y los amores vividos. ¿Era esa lo que soñaban?
Así es como, para muchos hombres y mujeres, comienza a la mitad del camino, un nuevo, emocionante e inspirado viaje de descubrimiento. Un viaje como estos es el que emprende Lucía, la protagonista de La Hija del Caníbal, una escritora de cuentos infantiles. A los cuarenta y tres años, casada “felizmente” con un empleado de gobierno, la vida la obliga a abrir de nuevo la puerta de su vida a lo desconocido. La aventura entonces se vuelve luminosa.
A la mitad del camino
Lucía abandona su hasta ahora, cómoda vida, y se sumerge en las tinieblas para encontrar la luz. Buscando a su marido desaparecido, se enfrenta no sólo con el miedo y la angustia, sino que físicamente experimenta el lado oscuro de su aventura: mira a los ojos de matones y extorsionadores, conoce la opresión del bajo mundo y el sospechoso silencio del alto.
Pero en este viaje, también la enciende su pasión. En medio de la noche, con miles de preguntas y en la vastedad del desierto, Lucía se enamora... y la aventura entonces es luminosa.
La película tiene la atmósfera cambiante, insospechada y rara que caracteriza a una búsqueda. Retrata y evidencia la anacronía y la contradicción de la vida pasada, del tibio “nidito” matrimonial, con la violencia y el cinismo del mundo del hampa.
Los personajes de la historia atraviesan un mosaico de submundos y realidades; del vértigo de una persecución a la lentitud, el ansia y la desesperación silenciosa de una espera para pagar un rescate. Del escalofrío de una pesadilla, al temor contenido que se experimenta al escuchar una revelación trascendental.
Un ritmo surgido del encontronazo entre el mundo pasional, arrebatado e intenso de la Lucía que vive, con el mundo sereno, objetivo y lúcido de la Lucía que recuerda. Un ritmo contrapunteado por el ansia de Lucia, la calma de Félix y la vitalidad de Adrián.
Con sabor internacional
La cinta La Hija del Caníbal, la cual será estrenada este día en todas las salas del país, es la historia íntima de una mujer que decide darle un giro radical a su monótona vida tras preguntarse a qué le sabe su vida.
Esta misma interrogante fue la que les plantearon al realizador Antonio Serrano y a los actores Cecilia Roth, Kuno Becker y Carlos Álvarez-Novoa, director y elenco respectivamente de la versión cinematográfica de La Hija del Caníbal.
Cecilia Roth: “En este momento me sabe a dulce, porque estoy feliz de estar en México y de que este proyecto tan maravilloso, después de un año de mucho trabajar en él, finalmente sea estrenado”.
En tanto que Serrano y Álvarez-Novoa coincidieron con Roth, en cuanto al dulce sabor de sus vidas, Becker fue más allá, asegurando que la de él le sabe a:
Kuno Becker: “¡Pasión! En este momento soy una persona muy apasionada por todo: por la vida, por mi trabajo y en particular por La Hija del Caníbal, que es mi primer largometraje”.
Cuestión que no queda duda, menos aún después de ver las pasionales escenas que sostiene con Cecilia Roth:
“Sí me puse nervioso, no sólo por el tipo de escenas sino por el hecho de compartirlas con una actriz de la talla de Ceci. Pero creo que están muy bien logradas, también nos divertimos haciéndolas, y bueno, claro que hubo cachondeo (risas)”, dijo el actor debutante.