¡Tercera llamada, tercera, comenzamos! Como en el teatro, la obra titulada "Copa del Mundo Alemania 2006" comienza para México el próximo martes cuatro de febrero. El escenario es muy conocido, el viejo Coliseo de los Ángeles y el reparto de actores va desde el indiscutible Cuauhtémoc Blanco hasta la sorpresa de Moisés Muñoz.
Algunos comunicadores han dicho que inicia la "era" Lavolpe; yo no lo comparto pues pienso que el proceso que enfrentará el Tri de aquí en adelante no le pertenece al estratega pampero ni a nadie en particular y es en la suma de esfuerzos de todos los participantes donde se puede lograr el éxito.
En nuestro futbol se da con inusual frecuencia que el Director Técnico que inicia el largo camino hacia el Mundial no llega a su objetivo; en este fenómeno juegan un papel preponderante los resultados, por supuesto, pero hay otro detalle al que no ha escapado ninguno de los entrenadores anteriores a Ricardo Lavolpe: la soberbia.
Todos sin excepción, acuérdese usted, empiezan muy blanditos; hablan de unión, de objetivos comunes, esperan apoyo, tratan con miramientos a la prensa y dicen respetar al público pero, al tiempo, se vuelven intolerantes, sarcásticos y poco comunicativos creyéndose quizá, dueños de la verdad absoluta.
Personajes triunfadores e inteligentes como el Doctor Miguel Mejía Barón sucumbieron al canto de las sirenas y creyeron eterno su nombramiento y los éxitos obtenidos. Así como él, tenemos el caso de Bora Milutinovic, quien tuvo en su media lengua en castellano la mejor defensa cuando la crítica se le vino encima. Recordemos a un Manuel Lapuente furioso contra los medios cuando las cosas no le marchaban bien al equipo nacional y a un Enrique Meza a quien la humildad lo hizo chiquito al fracasar su proyecto con los verdes. Incluso Aguirre, hoy exitoso técnico en el futbol español, pasó su rato amargo y nunca dio una explicación satisfactoria de la derrota ante Estados Unidos.
Pienso que, independientemente del "mal de altura" que le pueda pegar a quien dirija al "equipo de todos" la prensa aprieta de más y en las diarias conferencias el entrenador tiene que explicar una y otra vez cuestiones elementales a reporteros que muchas veces no tienen ni la más remota idea y eso, eso desgasta a cualquiera.
En fin que todo esto ya es historia; Ricardo y sus jugadores tienen ante sí la primera presentación de un largo tiempo en cartelera así que ojalá inicien con el pie derecho.
Argentina, aún con jugadores que actúan en el medio local, es una selección que inspira respeto y abrir ganando sería reconfortante.
Que Dios los ilumine y no tengamos que pasar los apremios para calificar que tuvimos que sufrir antes de Corea-Japón.
¡Suerte, muchachos!.
En el futbol mexicano se jugó la fecha cuatro, primera después de los graves incidentes acaecidos en Guadalajara y Ciudad Universitaria y la jornada puede calificarse como blanca.
Los estadios estuvieron vigilados y hubo más medidas de seguridad que en Estados Unidos después del 11 de septiembre. Enhorabuena.
Sólo un "pero"; somos muy dados en México a que las cosas funcionen como "moda", es decir, con el tiempo se va relajando el ambiente y en un mes, ni quién se acuerde del bolazo a Pasarella o del chavo que perdió el ojo. Si se demostró que con la campaña de concientización en medios y una adecuada vigilancia se puede mejorar, pues a no bajar los brazos. Es por nuestro bien.