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MÉXICO, DF.- En medio de un ambiente de tensión, el CEN del PRI aceptó ayer que el rechazo de la llamada “Reforma Fiscal” del Presidente de la República sólo puso en evidencia el surgimiento en México de un nuevo equilibrio de poderes y el fin de “la línea” como mecanismo de control político en el país.
Todos los esfuerzos fracasaron, “de propios y extraños”. El presidente Fox se equivocó de interlocutor; los gobernadores “operaron” y movieron todo cuanto estuvo a su alcance para “convencer” a sus legisladores; el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) trató de buscar más tiempo, pero todo fracasó, admitieron.
En el CEN del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Roberto Madrazo sólo emitió un comunicado en el que pide a sus legisladores “reiniciar los trabajos de manera inmediata” para construir un nuevo dictamen que satisfaga a la mayoría”. Aún así reconoció que los diputados sólo ejercieron “su libertad soberana”.
El comunicado -de tan sólo seis párrafos- fue emitido en medio de un especial hermetismo, mientras que en la Cámara de Diputados Elba Esther Gordillo los acusaba de “traición”.
Estos epítetos propiciaron que se cancelara la conferencia de prensa que estaba prevista para las 19:00 horas en la sede nacional del PRI. Recibieron en silencio las acusaciones y sólo lanzaron el escueto comunicado.
“No es ésta la primera vez que la Cámara de Diputados requiere un período extraordinario de sesiones para discutir con amplitud estos temas. La naturaleza y la importancia de los mismos hace obligada mayor reflexión y deliberaciones prolongadas, aun a pesar de agotar el tiempo del período ordinario”, señala el mismo.
Se supo que, en un intento por lograr un acuerdo de última hora, el CEN del PRI había pedido a sus legisladores, de ambos bandos, regresar el dictamen a comisiones para dar tiempo, consensarlo y aprobarlo posteriormente. Se buscaba matizar la iniciativa, pero no se logró.