04 de diciembre de 2003
Varsovia, (EFE).- El primer ministro Leszek Miller, sufrió lesiones leves en el accidente que tuvo el helicóptero en que regresaba a la capital polaca tras una visita a las minas de cobre en la Baja Silesia.
En el accidente, ocurrido en las cercanías de la localidad de Chojnow, cerca de Gora Kalwaria, a 34 kilómetros al suroeste de Varsovia, resultaron heridas diez personas que acompañaban al jefe del Gobierno.
Según informó la televisión pública, tanto Miller, como las restantes víctimas del siniestro, entre ellas la jefa del gabinete político del primer ministro, Aleksandra Jakubowska, fueron atendidas en dos hospitales varsovianos pertenecientes al ejército y la policía.
La televisión privada TVN24 indicó que en el helicóptero viajaban en total 12 personas, incluidos los pilotos, y que todavía se encuentra atrapado en la máquina siniestrada uno de los guardaespaldas del Gobierno.
La televisión publica añadió, por su parte, que las lesiones sufridas por Miller son leves y que no corre peligro la vida de ninguna de las restantes víctimas del accidente.
Testigos informaron que vieron cómo el helicóptero perdía altura y, a medida que descendía, cortaba con su hélice las coronas de los árboles más cercanos.
En las tareas de rescate, que fueron organizadas inmediatamente, participaron más de 20 carros de bomberos y una docena de ambulancias.
El accidente se produjo en el viaje de regreso de la visita que realizó el primer ministro a los mineros de la cuenca del cobre de Lubin, en la fiesta tradicional de los trabajadores de las minas Santa Bárbara.
Los medios polacos ponen de relieve que el helicóptero que transportaba a Miller y su séquito, un Mi-8 de fabricación soviética, sufrió una avería de sus dos motores.
El comandante Michal Fischer, de la Fuerza Aérea, declaró en una emisora que el Mi-8 en que volaba Miller es un aparato anticuado con al menos veinte años. "No obstante, se trata de helicópteros bastante seguros, ya que disponen de dos motores y en los muchos decenios que han prestado servicio en Polonia, en total sesenta unidades, tuvieron muy pocos accidentes", dijo Fischer.
El Mi-8 entró en servicio como helicóptero de combate por los ejércitos de los países que integraban el Pacto de Varsovia, pero también debidamente adaptado, era utilizado como medio de transporte de personas.
La mejor prueba de que se considera un helicóptero muy seguro es que fue usado por el papa Juan Pablo II durante todos los vuelos que hizo en Polonia en las múltiples peregrinaciones que hizo a su país.