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México, DF.- La firma Consultores Internacionales señaló que el empleo es y seguirá siendo el gran perdedor de la economía, ya que hasta mayo de este año se han perdido 369 mil trabajos formales y más de un millón de personas han buscado empleo sin encontrarlo. En un análisis, la empresa de consultoría apuntó que aunque se han minimizado las pérdidas en materia de empleo, la realidad es contundente.
Apuntó que si se consideran a los trabajadores (permanentes y eventuales) registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del 31 de diciembre de 2000 al 31 de mayo de 2003, en México se han perdido 369 mil empleos formales.
Por otro lado, si se mide el empleo con base en la tasa de desempleo abierto (TDA) que reporta Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y que da una magnitud del desempleo total (formal e informal), en mayo de 2003 reportó una tasa de 2.7 por ciento.
Esto significa que aproximadamente 1.1 millones de personas buscaron trabajo y no encontraron, cuando en enero de 2001, esta cifra era de 928 mil personas, anotó.
Consultores Internacionales señaló que en ambos esquemas de medición el desempleo se incrementó.
Apuntó que hasta ahora, el mercado interno ha sido el único sustento del crecimiento económico y del empleo: la construcción, el comercio al menudeo (autoservicios y departamentales), la generación de energía, son de los pocos sectores que han crecido.
Consideró que aún cuando se ha propuesto instrumentar algunas medidas positivas, como la reactivación del crédito, desregulación y menor tramitología, mayor inversión en obra pública, entre otros, habrá que esperar a que se concreten, maduren y fortalezcan.
La firma de consultoría señaló que el 2004 y 2005 se vislumbran como mejores años en el ámbito internacional.
Proyectó que si México no aprovecha el tiempo para concretar las reformas estructurales que requiere, es posible que vuelva a desperdiciar la oportunidad, tal y como sucedió en la década de los 90 cuando se dio el “boom” económico de Estados Unidos. “La conclusión es cruel pero simple: o sembramos los pilares de un modelo de desarrollo de largo plazo, o año tras año, las condiciones de generar empleo se complicarán cada vez más”, finalizó.